Londres - El Gobierno británico mantiene contactos con los euroescépticos y sus socios norirlandeses del DUP antes de someter otra vez a votación el pacto del brexit y evitar un prolongado retraso del divorcio de la Unión Europea (UE). Desde que el jueves la Cámara de los Comunes votó a favor de solicitar a los otros 27 socios comunitarios una prórroga del brexit, los ministros han intensificado el diálogo, sobre todo, con los diputados del Partido Democrático Unionista (DUP) en un intento por convencerles de que respalden el texto que la primera ministra, Theresa May, negoció con la UE durante casi dos años.

La líder conservadora, empeñada en sacar adelante este tratado, lo someterá por tercera vez a votación la próxima semana, a pesar de que en dos ocasiones -una en enero y otra este marzo- los diputados, entre ellos muchos tories, lo rechazaron por abrumadora mayoría.

El visto bueno del DUP será clave pues muchos conservadores euroescépticos han avisado que apoyarán el acuerdo siempre que lo hagan los diez diputados de la formación unionista probritánica.

Estos diputados norirlandeses no han quedado satisfechos con el asesoramiento legal del abogado del Gobierno, Geoffrey Cox, sobre la polémica salvaguarda irlandesa -pensada para evitar una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda-, después de afirmar que hay riesgo de que esa garantía sea permanente.

La inquietud de estos políticos es que el Reino Unido permanezca atado a las normas del mercado único si Londres y Bruselas no llegan a un acuerdo comercial durante el periodo de transición -fijado en principio entre la retirada británica y finales de 2020-. La crisis en que está sumido el país y la esperada prórroga del brexit, si los 27 la admiten en la cumbre del próximo día 21, ha causado el descontento de los que votaron por el brexit.

El político antieuropeo Nigel Farage encabezó ayer sábado una marcha que empezó en Sunderland, en el noreste de Inglaterra, con destino a Londres en protesta por el eventual retraso del brexit.

Farage, exlíder del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), reunió a más de cien personas para iniciar la caminata de 32 kilómetros hacia Londres, que se estima durará 14 días hasta llegar a su destino el 29 de marzo, la fecha prevista inicialmente para la retirada del Reino Unido del bloque europeo. La protesta lleva el nombre de Marchar para irse y partió en Sunderland porque fue la primera ciudad que dio a conocer sus resultados a favor del brexit en el referéndum sobre el bloque europeo celebrado en el Reino Unido el 23 de junio de 2016.

a favor de una salida sin acuerdo Este grupo está a favor de salir de la UE sin acuerdo y ha manifestado su descontento por los intentos de prorrogar la retirada del club comunitario debido a la falta de un pacto que cuente con el apoyo mayoritario de la Cámara de los Comunes.

“Sacar al Reino Unido. Es hora de abandonar la Unión Europea”, fue el cántico escuchado entre los manifestantes, que iniciaron la marcha a pesar del frío y la lluvia en esa zona de Inglaterra. “Todos nosotros que apoyamos que el Reino Unido sea un gran país otra vez aceptamos que estamos preparados para defender lo que creemos y luchar por nuestra independencia”, dijo Farage.

“La voluntad del pueblo es muy clara. Es posible que no nos marchemos de la UE viendo lo que ha pasado durante esta semana en el Parlamento. Si los políticos creen que pueden pisotearnos, entonces vamos a marchar otra vez para decirles que no pueden hacerlo, tan simple como eso”, añadió el político.