pamplona - El presidente del PP, Pablo Casado, ha propuesto dar prevalencia a la Policía Nacional y la Guardia Civil sobre las policías autonómicas y locales para evitar enfrentamientos como los que se produjeron durante el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 en Cataluña. Casado defendió que el monopolio de la seguridad corresponde al Estado y que hay que defender esa jerarquía en contraposición a lo que, según dijo, está negociando actualmente el Gobierno con medidas como las retirada de la Guardia Civil de Navarra. El líder del PP insistió en la necesidad de reforzar el papel de coordinación tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil con las “excelentes” policías autonómicas y locales.

Fuentes de la dirección del PP explicaron que para dar prevalencia a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no se requiere una reforma legislativa, porque ya está recogida en las normativas actuales sobre seguridad ciudadana. De hecho, aseguran que se trata de una “perogrullada”, puesto que se trata “simplemente” de cumplir lo que manda la Constitución. “Nadie quiere centripetar el Estado”, sino aplicar una cierta capacidad de armonización de competencias a nivel estatal, señalaron las fuentes.

El reforzamiento de la Policía Nacional y la Guardia Civil es una de las medidas que Casado pretende llevar a cabo dentro de su reforma política para “salvaguardar el edificio de la Constitución”. Entre ellas está también la moratoria para las competencias cuando las administraciones autonómicas muestren “dejación de funciones o deslealtad”. Con este objetivo, el PP apuesta por dar poder de supervisión a las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno para que evalúe cómo se ejercen las competencias autonómicas. Casado tiene claro que “no se pueden transferir más competencias” a las autonomías porque “España no se puede centrifugar más” y apostó por “blindar” las competencias estatales más que devolver las autonómicas al Estado.

El presidente del PP también defendió que el castellano sea la lengua vehicular en la Educación y en la Administración, insistiendo en su propuesta de aprobar una la Ley de Lenguas si llega a la Presidencia del Gobierno, con el objetivo de evitar la existencia de una administración “paralela y endogámica”.

Casado prometio que, si entra en vigor esa ley, se garantizará “que no se pueda acceder a un puesto público si no sea hace con igualdad de todos los españoles”. Así, reivindicó que las lenguas cooficiales “no sean un requisito”, sino en todo caso un mérito”.

El líder popular fue más allá en su programa recentralizador y aseguró que está dispuesto, si gobierna, a iniciar en solitario la tramitación del 155 en Catalunya, a través del Consejo de Ministros y del Senado, aun sin el apoyo de resto de partidos. Además, intentará limitar las competencias catalanas. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, avisó que el PP busca “revertir el modelo de organización territorial del Estado”. - D.N.