Bilbao - La celebración de diferentes citas electorales en el lapso de tan solo un mes, lejos de cansar y desmovilizar a los votantes, puede saldarse con los índices de participación más elevados de los últimos años. Así se desprende del sondeo postelectoral de los comicios generales del 28 de abril encargado por el Gobierno vasco, que arroja que la elevada afluencia a las urnas que se produjo entonces se mantendrá, e incluso aumentará, en los comicios municipales, forales y europeos del próximo día 26. Según esta encuesta, el 88% de los vascos acudirán a votar para elegir a sus representantes en las juntas generales para los próximos cuatro años.

Los ciudadanos se echaron a la calle en masa en las generales del mes pasado, lo que se saldó con una participación del 75,75%, la más importante desde hace más de 20 años, cuando las elecciones al Congreso y el Senado de 1996 arrojaron un 77,38% de participación. A nivel de Euskadi estas cifras fueron igualmente importantes, ya que el 28 de abril ejerció su derecho al voto el 74,52% del censo (1.279.886 personas), frente al 65,17% que lo hicieron en los anteriores comicios de 2016, cuando Mariano Rajoy aumentó su distancia en número de diputados respecto al PSOE.

Según las conclusiones del estudio realizado por el Gabinete de Prospección Sociológica de Lehendakaritza, ese índice de participación se puede disparar hasta un inaudito 88% en las elecciones a las tres diputaciones de la CAV cuya campaña electoral arranca esta misma medianoche. A la pregunta de si tienen pensado votar a las juntas, casi nueve de cada diez responde que “sí, seguro”. A ellos se añaden el 3% que “probablemente sí” irán a votar, mientras que el rango que va desde los que seguro que no irán hasta los que aún no lo han decidido se mueve entre un 1 y un 4%.

Esta encuesta fue realizada entre los días 29 de abril y 1 de mayo a 880 personas mediante entrevistas telefónicas en el conjunto de la CAV. Es decir, con los resultados de las generales frescos en la memoria, con un PSOE vencedor al pasar de 85 a 123 escaños y un PP en caída libre tras bajar de 137 a 66. El PNV, por su parte, ganó un diputado y formará grupo propio en el Congreso con sus seis representantes. Por tanto, mientras unos tratarán de mantener esta inercia en la cita múltiple con las urnas del día 26, otros harán todo lo posible por cambiar radicalmente la tendencia, en ambos casos en un lapso de tiempo muy corto. Lo que al parecer se mantendrá es la elevada participación, que en las generales estuvo motivada entre otras causas por el intento de contrarrestar la gran irrupción de Vox que se preveía tras sus buenos resultados en las elecciones a la Junta de Andalucía el pasado diciembre. Al final no fue para tanto y los de Santiago Abascal se estrenarán en el Congreso con 24 escaños.

Según la encuesta, los votantes más movilizados para el 26-M son los que en las generales votaron al PP, seguidos, por este orden, de los que apoyaron a EH Bildu, Podemos, el PNV y el PSE.

Fidelidad al voto Además del elevado índice de participación, la encuesta difundida ayer también prevé una importante fidelidad al sentido voto ya expresado en las generales del mes pasado. Un 69% de los encuestados, siete de cada diez, asegura que votará al mismo partido en las elecciones a juntas generales, frente al 11% que cambiará el sentido de su sufragio. Los más fieles son los que en las generales votaron a EH Bildu (88%) y el PNV (87%). Un 39% de los encuestados que votaron a Podemos el 28-A repetirán dentro de dos semanas y media, al igual que un 26% de los que apoyaron al PP.