Bruselas - Los líderes de la Unión Europea comenzaron ayer una cumbre informal para poner en marcha la renovación de los principales cargos del club comunitario, como la presidencia de la Comisión Europea (CE), el Consejo, el Parlamento o el Banco Central Europeo, tras las elecciones a la Eurocámara. La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró a su llegada a esta cumbre a favor del candidato principal (spitzenkandidaten) para la elección del próximo presidente de la CE, y en particular se decantó por el líder del Partido Popular Europeo (PPE), el alemán Manfred Weber.

Por su parte, el presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, indicó que los gobiernos socialistas de la UE apoyarán para presidir la Comisión Europea al candidato principal socialdemócrata, el holandés Frans Timmermans, quien afirmó que existe la posibilidad de que se acuerde una coalición progresista, si bien esta deberá contar inevitablemente con el grupo de los populares. Según este, hace falta encontrar una mayoría progresista en la Eurocámara para “hacer justicia a lo que los ciudadanos europeos han votado en las elecciones”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, prefirió no dar nombres sobre personas a las que apoyaría para ocupar la presidencia del Ejecutivo comunitario, pero dijo que hacen falta individuos con “experiencia y credibilidad. Por primera vez desde que existe el Parlamento Europeo, no hay mayoría con dos partidos y, por tanto, se da la necesidad de construir otra cosa, un nuevo proyecto que represente lo que el pueblo europeo ha elegido”, advirtió .

el peso liberal Los liberales fueron el tercer partido más votado en las elecciones a la Eurocámara de la semana pasada y lograron 107 escaños, mientras que la suma de socialdemócratas y populares no consiguió una mayoría de escaños. Para poder ocupar el cargo, el próximo presidente de la Comisión Europea necesita el apoyo de los mandatarios de la UE por mayoría cualificada reforzada (21 países con al menos el 65% de la población de la Unión) y una mayoría absoluta en la Eurocámara (376 de los 751 escaños).

El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, también mostró su preferencia por el candidato principal del PPE, Manfred Weber, si bien reconoció que los populares “no tienen asientos suficientes para formar una mayoría”, pero señaló que tampoco es posible construirla sin ese partido, por lo que apostó por hablar con los socialdemócratas, los Verdes, los Conservadores y Reformistas, así como con los liberales.

Mientras tanto, su homólogo luxemburgués, el liberal Xavier Bettel, manifestó su oposición a los spitzenkandidaten y prefirió no hablar de nombres para los principales puestos de la Unión Europea. “No es en un congreso de PP, de los liberales o los socialistas donde se debe elegir”, dijo sobre el mecanismo del candidato principal, en el que los partidos proponen como cabeza de lista en las elecciones al candidato que quieren que se convierta en presidente del Ejecutivo comunitario.

El primer ministro de Holanda, el también liberal Mark Rutte, consideró que primero hay que discutir los contenidos y después los nombres, y añadió que se debe asegurar un equilibrio de género y geográfico al nombrar al presidente de la CE, del Consejo, de la Eurocámara, del BCE y de la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores. A la cumbre asistió también la primera ministra británica, Theresa May, quien aseguró que, mientras el Reino Unido sea Estado miembro, seguirá cumpliendo sus “obligaciones y deberes” y “jugando un papel constructivo”. - Efe