madrid - El presidente de Vox, Santiago Abascal, se estrena hoy en un debate de investidura y lo hará reivindicando la legitimidad democrática de su partido frente al candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, quien le ha negado cualquier contacto.

Aunque desde el primer momento está cantado el no de los 24 diputados de Vox al candidato socialista, dado que sus posiciones son de las más alejadas, en el partido de extrema derecha ven en la actitud de Sánchez una falta de respeto hacia sus casi tres millones de votantes. Le recriminan sus desaires y le reprochan que no haya llamado a su presidente ni tan siquiera por cortesía parlamentaria durante la ronda de conversaciones para la investidura.

Al margen de quejas, lamentos y reproches, Abascal centrará su primera intervención desde la tribuna del Congreso en la defensa de los principios y valores que han marcado los mensajes de Vox desde su irrupción en la escena política, según fuentes del partido. Desde Vox defienden que el Estado se encuentra en situación de emergencia nacional como consecuencia de la crisis catalana, donde se necesita restaurar el orden constitucional y frenar a los separatistas. - Efe