BILBAO. En declaraciones a Europa Press, Erkoreka ha señalado que "los homenajes a personas que han delinquido, si se hacen con carácter público y de manera ostensible, no son aceptables, en absoluto, desde el punto de vista ético".

A su juicio, "son profundamente rechazables y no son admisibles en parámetros democráticos, y mucho menos aún si lo que se pretende es apuntar hacia un horizonte de convivencia pacífica y civilizada, donde el daño causado en el pasado hay que reconocerlo como un daño injusto innecesario". "Hay que admitir que la violencia siempre estuvo mal como instrumento de acción política, no solo ahora que estratégicamente conviene, sino también en el pasado", ha añadido.

Por ello, ha recordado la permanente exigencia del Gobierno vasco a la izquierda abertzale para que haga "una autocrítica que ponga en cuestión su pasado, su connivencia con la violencia, y que suponga el reconocimiento del daño injusto causado".

Para el portavoz del Ejecutivo, "más allá de lo que digan las leyes y de lo que establezcan como criterio los jueces y tribunales" en su aplicación, "en el fondo hay una razón ética". A su juicio, "un compromiso con la convivencia debería ser definitivo para que ninguna formación política contribuyera a organizar o a promover actos de exaltación del terrorismo y de menosprecio a las víctimas".

ÁMBITO PRIVADO

Josu Erkoreka ha destacado que "sería positivo y deseable" que la izquierda abertzale hiciera un emplazamiento a no realizar recibimientos públicos y concienciara a su entorno sobre esta cuestión. "Todo el mundo comprende que, en la intimidad familiar o en el entorno amical, pueda haber una aproximación, una cercanía, un reconocimiento y una acogida a presos que han estado privados de libertad durante mucho tiempo", ha indicado, para apuntar que, en todo caso, debe producirse en el ámbito privado.

"El problema es cuando se traducen estas expresiones de cariño y afecto, lógicas entre personas allegadas o familiares, en actos públicos ostensibles y se convierten en exaltaciones de la actividad terrorista que llevaron a cabo las personas que, después de largos años de condena cumplidos, salen a la calle", ha dicho.

En esta línea, ha recordado que las leyes establecen "claramente que esos actos de exaltación del terrorismo y de menosprecio de las víctimas hay que evitarlos y prevenirlos, en la medida de lo posible, sobre todo, cuando, además del menosprecio a las víctimas, supongan exaltación al terrorismo, que pueden ser perseguibles penalmente".

ACTUACIÓN DE LA ERTZAINTZA

El portavoz del Gobierno vasco ha afirmado que, ante los actos de recibimientos a presos, "la Ertzaintza está actuando con arreglo a los criterios fijados por los jueces y tribunales en relación con la legislación vigente", teniendo en cuenta no solo las normas reguladoras del reconocimiento y reparación de las víctimas del terrorismo, sino también las que garantizan derechos fundamentales, como el de reunión y el de manifestación.

Tras insistir en que los criterios de los de jueces y tribunales "están claros en ese sentido", ha dicho que, "si alguien desea impulsar un cambio legislativo, que lo haga", pero ha precisado que, al afectar a derechos fundamentales, "necesariamente tendría que abordarse en las Cortes Generales". "El Parlamento Vasco tampoco puede, por sí mismo, modificar el marco normativo", ha precisado.

PONENCIA DE MEMORIA Y CONVIVENCIA

Josu Erkoreka ha manifestado que la negativa de la izquierda abertzale a reconocer que matar estuvo mal "es uno de los temas que están siendo objeto de controversia y que más dificultades entraña para alcanzar acuerdos" en el seno de la ponencia de Memoria y Convivencia del Parlamento Vasco. "Yo creo que hay una posición bastante clara del conjunto de los grupos parlamentarios para exigir a Bildu ese compromiso", ha considerado.

A su entender, Sortu "tiene que comprometerse con todas las de la Ley en un futuro de convivencia y, si es sincero, honesto y leal con la sociedad vasca, tiene que hacer una lectura crítica de su pasado", con "una condena de la violencia, ahora y en el pasado, reconociendo que la violencia como instrumento de acción política siempre estuvo mal y nunca fue lícita".

Erkoreka ha indicado que, sin este pronunciamiento, "el marco de convivencia compartido es prácticamente imposible". "Es muy difícil construir una sociedad democrática que descanse sobre la dignidad de las personas, los derechos fundamentales y libertades públicas, sin ese reconocimiento de que asesinar al adversario político siempre ha estado mal", ha asegurado.

En su opinión, "no es una exigencia de la sociedad vasca que sea gratuita", sino que se trata de "una extraordinaria oportunidad para que entren por la puerta grande en la convivencia futura". Ello ayudaría, a su entender, a que "los resquemores con las que todavía ve una parte no desdeñable de la sociedad a la izquierda abertzale, se vayan disipando y todo el mundo vaya asumiendo en Euskadi que son un actor más que, al final, aunque haya costado y muchos años después de sacrificio, han asumido los principios básicos de la convivencia democrática".

De esta forma, ha destacado que la 'criminalización' de la izquierda abertzale por ciertos sectores "acabaría necesariamente a partir del momento en el que se mantienen actitudes inequívocas de rechazo de la violencia y se hagan lecturas autocríticas del pasado, que entrañen ese rechazo de la violencia siempre y en todo lugar".

Para el portavoz del Gobierno vasco, mientras "los rechazos de la violencia estén siempre calculados a través de fórmulas retóricas muy medidas, que dicen lo que dicen, pero se niegan a decir lo que tienen que decir", nunca se llegará "al escenario que ha que llegar". Por ello, ha abogado por "un reconocimiento libre, absoluto, sin ambages de ningún tipo de que la violencia ejercida en el pasado estuvo mal".