- A poco más de una semana de la ruptura definitiva entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE), las empresas se preparan para hacer frente a más aranceles, más burocracia y otras consecuencias menos predecibles en un contexto marcado por la "incertidumbre", según los responsables de la asociación BusinessEurope y de Eurochambres.

La recta final del brexit deja con poco margen de maniobra a los negocios, que han de lidiar con una situación de incertidumbre a la que deben adaptarse con poco tiempo tras el periodo de transición, señaló la directora general de BusinessEurope, Luisa Santos.

En su opinión, el impacto más inmediato se verá en los aranceles, que dificultarán las exportaciones e importaciones entre la isla y el continente y que, en algunos casos, podrán elevarse hasta el 40%, según estimó, un impuesto que repercutirá en el precio final de los productos.

Habrá que afrontar otras consecuencias de la salida del Reino Unido, por ahora impredecibles como podrían ser el flujo de datos o la ratificación de nuevos acuerdos comerciales, estimó la directiva de BusinessEurope, que representa a las federaciones empresariales de 35 países europeos, entre ellas la CEOE española.

Destacó además los acuerdos comerciales que la UE tiene con países terceros, como Japón o Canadá, una alianza que el Reino Unido trata de "copiar". Santos rechazó "un periodo sin acuerdo" y abogó por prolongar el periodo de transición o activar una medida provisional hasta que un acuerdo definitivo.

El director de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria Europeas (Eurochambres), Ben Butters, coincidió en que lo que marcará la diferencia entre un acuerdo y un brexit a las bravas serán las costes aduaneros, un gravamen que condicionará la situación de las empresas, ya deteriorada por la crisis sanitaria.

El coste de ciertos productos podría elevarse entre el 3 y el 10%, "lo que podría significar que de manera inmediata las empresas vendan menos", según el director de Eurochambres, asociación que representa a más de 20 millones de empresas en Europa -el 98% de las cuales son pymes- a través de sus miembros en 44 países y una red de 1.700 cámaras regionales y locales.

A su juicio, las firmas "no confían" en que saldrá adelante un acuerdo, sino que "cada vez más" se están preparando para el escenario opuesto. Algunas empresas afrontan el brexit "buscando mercados alternativos", ya que comerciar con Londres, sin acuerdo, es un coste "demasiado alto".

Otras compañías que siguen dependiendo del mercado de la isla, están adoptando medidas de contingencia para adaptarse a la bajada de la circulación de bienes y las posibles barreras, consideradas por Butters "inoportunas" dada la actual situación económica.

Butters ve motivo para el optimismo respecto al acuerdo porque los negociadores del brexit -Michel Barnier del lado europeo y David Frost, del Británico- "siguen buscando una solución" a pesar de haber sobrepasado la fecha de vencimiento en varias ocasiones.

Para Butters, la situación derivada de la covid y las posteriores restricciones impuestas son "un toque de atención" para los negociadores, un reflejo de los posibles efectos de una salida a las bravas que espera "incentive" a Barnier y Frost para encontrar un acuerdo, aunque es consciente de que "no va a ser fácil y menos de ratificarlo antes de fin de año".

40%

BusinessEurope calcula que el efecto más inmediato de no lograr un acuerdo se reflejará en los aranceles, que podrán elevarse hasta un 40%.

10%

Ecochambres calcula que el coste de algunos productos podría subir entre un 3% y un 10% si no hay acuerdo.

El director de Eurochambres afirmó que "el brexit costará dinero porque "habrá nuevos procedimientos, requisitos y obstáculos" para comerciar.