El departamento de Desarrollo Económico, ahora que está dirigido por Mikel Irujo, orientará toda su actividad en torno a tres ejes: mejorar el empleo, acompasar las políticas forales con las de la Unión Europea y mejorar todo lo posible la economía navarra, que según cálculos del propio Gobierno crecerá un 6,5% en 2021, un punto más que las previsiones que la Comisión Europea hace para el Estado en un reciente informe de coyuntura económica.

Con este escenario "inédito" y teniendo en cuenta que Europa ha apostado por un volumen de inversión sin precedentes, el nuevo titular del departamento confía en que Navarra pueda hacer valer sus fortalezas en varios ámbitos estratégicos y de futuro -como la renovables o el sector de la automoción- para seguir siendo una región puntera. "Europa sabe que la próxima década es clave, así que debemos tener una ambición política colectiva para emprender este viaje", remarcó.

Es una de las consignas que dejó Mikel Irujo este miércoles en el Parlamento, en una comparecencia para explicar las líneas maestras de su departamento, que a mitad de legislatura ha tenido que cambiar de consejero tras la renuncia de Manu Ayerdi por la admisión a trámite de la querella que UPN presentó ante el Supremo por las ayudas concedidas a las empresa Davalor Salud.

CINCO EJES

Al margen de los tres pilares que marcarán todo el rumbo del departamento -empleo, crecimiento económico y Europa-, Irujo desglosó políticas más concretas en torno a cinco ejes estratégicos. Son cinco aspectos en los que Navarra parte ya con una ventaja competitiva importante, porque son sectores en los que la Comunidad Foral está bien asentada o bien ha sido directamente pionera. Es el caso de la industria de la automoción -con Volkswagen y una tupida red de industria asociada-; el sector agroalimentario; las energías renovables -Navarra fue uno de los territorios donde antes se desarrollaron-; la aplicaciones de medicina especializada; y el pujante sector audiovisual, que de cinco años a esta parte ha crecido con el rodaje de producciones importantes.

Esas fortalezas de hoy, dijo Irujo, tienen que servir para afianzar el mañana. "Hace diez años no existían muchos de los empleos que hoy sí", reflexionó. Por eso, la industria del automóvil puede servir para transforma Navarra en un polo de innovación del vehículo eléctrico, autónomo y conectado. Y hacia ahí quiere caminar el departamento, como también hacia un sector agroalimentario con buen arraigo en Navarra que tiene que aplicar la agricultura de datos para optimizar y mejorar circuitos; o a unas renovables que mejoren los sistemas de almacenaje. Los siguientes retos tienen que ver con "la medicina preventiva, genómica y de tratamiento personalizado"; y la "industria audiovisual y de innovación", donde Navarra empieza a hacerse un hueco con una política híbrida, que a los atractivos propios de la Comunidad se sumen incentivos fiscales y ayudas.

Todo sin olvidar lo que se sigue haciendo con sectores tan importantes como la hostelería o el turismo, al que va a llegar otro paquete de ayudas de 18,5 millones de euros para paliar los estragos de la pandemia. "Los retos estaban encima de la mesa, y la pandemia solo los ha acelerado", concluyó Irujo, que terminó apelando a la "ambición política colectiva" para afrontar juntos la salida de la crisis.