- ERC amenaza con nuevas elecciones si Junts no le facilita gobernar en solitario después de que los posconvergentes hayan puesto como condición que los republicanos busquen el apoyo de la CUP y los comunes para investir a Pere Aragonès. El cruce de reproches entre las dos grandes fuerzas independentistas se recrudece después de que el líder de Esquerra diera por rotas las negociaciones al ver imposible resolver las tutelas que ponía sobre la mesa JxCat, algo que la formación de Carles Puigdemont niega tajantemente. Eso sí, Junts advierte de que cualquier voto a favor de Aragonès debe ser negociado y luego aprobado por las bases del partido, al tratarse de un acuerdo de investidura y no de legislatura. “Nuestros votos no pueden ser gratis”, zanjó su vicepresidenta, Elsa Artadi. Desde ERC creen que no solo no se ha avanzado en el pacto estas semanas sino que se ha retrocedido. “Intuimos que Junts no quería el acuerdo porque por cada paso adelante ha habido tres hacia atrás”, señaló ayer en Catalunya Ràdio su portavoz, Marta Vilalta.

El 26 de mayo está marcada como fecha en que se agota el plazo para solucionar el embrollo y no quedar abocados a otra cita con las urnas. Los escollos insalvables afectan al Consell per la República, un órgano presidido desde Bélgica por Puigdemont y que Junts percibe como el idóneo para dirigir la estrategia independentista y coordinar las votaciones en el Congreso o la mesa de diálogo con Moncloa. O al menos es el requerimiento que Aragonès dice no poder admitir. Esquerra se aferra a la posición del secretario general de Junts, Jordi Sànchez, quien deslizó que darían apoyo a un gobierno en solitario de los republicanos con condicionantes: en segunda votación, en la que necesita mayoría simple, con la abstención de 28 de sus diputados y el voto favorable de cuatro de ellos. Así, obliga al partido de Aragonès a un consenso con los anticapitalistas y los comunes, porque ERC mantiene que en ningún caso buscará al PSC de Salvador Illa. Sànchez precisó en TV3 que el principal escollo es “la falta de plena confianza entre los interlocutores”.

“Junts nunca ha dicho que regalamos los votos. Uno, cuatro, diez o treinta votos, cualquier decisión final la toma la militancia. Cualquier acuerdo sobre la mesa, de investidura o de legislatura, debe negociarse y debe pasar por nuestras bases”, argumentó Artadi, que censuró a Esquerra por levantarse de la mesa de negociación cuando son los primeros en jactarse de configurar mesas y atarse a ellas. Vilalta replicó que solo esperan el voto favorable de todos los diputados de Junts. Sergi Sabrià, vicesecretario general de ERC, fue aún más rotundo en RAC-1: si Junts no permite la investidura, habrá repetición electoral. “Si hay que elegir entre elecciones y llamar a la puerta del PSC para que nos ceda cuatro votos, hay elecciones”, avisó. Sabrià reiteró que los republicanos no solo mantendrían en adelante las puertas abiertas a Junts sino también a la CUP y a En Comú Podem, aunque estos dos últimos no se sumarían ahora al Ejecutivo ocupando cargos. El diputado Carles Riera confirmó que los antisistema darían apoyo a la investidura de Aragonès pero sin formar parte del Govern; aunque los comunes no desdeñan ya de esa posibilidad del todo. Su líder, Jessica Albiach, anunció que esta semana iniciarán conversaciones para testar ese respaldo, e incluso la posible entrada de su formación en el Ejecutivo, variando de posición una vez que Esquerra “ha logrado emanciparse de Junts”.

“Si hay que elegir entre elecciones y llamar al PSC para lograr cuatro votos, habrá elecciones”

Vicesecretario de comunicación de ERC

“Cualquier acuerdo, de legislatura o investidura, debe negociarse y pasar por nuestra militancia”

Vicepresidenta y portavoz de JxCat