Pamplona - Investigadoras del Instituto de Innovación y Sostenibilidad en la Cadena Agroalimentaria (IS-FOOD) de la UPNA, en colaboración con investigadores de la Organización Mundial de la Salud y del Instituto Karolinska (Suecia), han publicado un trabajo de investigación en el que concluyen que la ingesta de bebidas azucaradas (y, en particular, del azúcar contenido en estos refrescos) se asocia con una mayor cantidad de grasa acumulada en el hígado en niñas y niños con sobrepeso u obesidad. Dicha acumulación excesiva en ese órgano ocasiona diversos trastornos metabólicos y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedad cardiovascular. Las autoras del artículo, publicado en la revista British Journal of Nutrition, sostienen que los programas de educación en estilos de vida saludable dirigidos a la prevención y el tratamiento de la obesidad infantil deben incluir recomendaciones y advertencias específicas en relación con el consumo de bebidas azucaradas. Las autoras de este artículo, adscritas al Grupo de Nutrición, Ejercicio Físico y Salud (Elikos) del Instituto IS-FOOD, son Lide Arenaza Etxeberria, Idoia Labayen Goñi, María Medrano Echeverría y Maddi Osés Recalde, junto a los investigadores de Inge Huybrechts (Organización Mundial de la Salud), Hanna Henriksson (Instituto Karolinska) e Ignacio Díez López (Hospital Universitario Araba). “Estos resultados adquieren especial relevancia teniendo en cuenta que las bebidas azucaradas son, actualmente, la principal fuente de azúcares añadidos en la dieta de los niños y adolescentes”, señala Idoia Labayen, profesora del departamento de Ciencias de la Salud.

el estudio En el trabajo participaron 110 niños de entre 8 y 11 años con sobrepeso u obesidad y se analizaron, entre otros, la ingesta de frutas y verduras, pescado, cereales, carnes y derivados, productos lácteos y bebidas azucaradas, así como el azúcar total de la dieta o el número de calorías consumidas. “Si bien la ingesta de bebidas azucaradas y, en particular, del azúcar contenido en las bebidas azucaradas se asocia con una mayor cantidad grasa acumulada en el hígado -apunta la investigadora Idoia Labayen-, por el contrario, el consumo de cereales disminuía el riesgo de desarrollar hígado graso”. - D.N.