PAMPLONa - La Sección Primera de la Audiencia navarra condenará hoy de conformidad a Julián E.S., de 75 años, a una pena de 7,5 años de prisión por un delito de asesinato por haber matado a cuchilladas a otro anciano en la residencia de Cárcar en octubre de 2017 después de que la Fiscalía, la acusación particular y la defensa hayan llegado a un acuerdo de última hora que evitará la celebración del juicio con jurado popular previsto para estos hechos en mayo. El acusado, que se encuentra en prisión provisional, ratificará hoy en la vista el acuerdo que le contempla la eximente incompleta de trastorno mental.

En los hechos que se declararán probados se indica que el acusado residía en la residencia de ancianos Virgen de Gracia de Cárcar desde el 27 de enero de 2012. Poco más tarde, apenas nueve días después, había llegado a la residencia la víctima, Antonio Pueyo Remacha, que en el momento de fallecer tenía 80 años y precisaba para sus desplazamientos de una silla de ruedas ya que carecía de una pierna. Según recoge el escrito pactado, aproximadamente durante el mes de octubre de 2017, el acusado comenzó a pensar que la víctima decía a los residentes que era un ladrón. El procesado, en varias ocasiones, se quejó de este hecho ante la dirección del centro y la residencia concertó una entrevista entre los implicados y una tercera persona en la que Antonio negó los hechos de los que se le acusaba. Dicha explicación no convenció al encausado que siguió pensando que la víctima le acusaba de ser un ladrón, y Julián le advirtió en alguna ocasión de que no le importaba clavarle. Así, sobre las 22.20 horas del 18 de diciembre de 2017 el procesado se dirigió a la habitación de Antonio Pueyo, situada en la segunda planta. En la mano llevaba un cuchillo, con filo a un lado de 12,5 centímetros de hoja. La víctima se encontraba entonces tumbado en la cama viendo la televisión con la luz apagada. Julián entró en la habitación ocultando el cuchillo de la vista de Antonio.

Nada más acceder, el encausado se dirigió a la cama y comenzaron una discusión. Durante la misma, Julián le dijo “te voy a matar cabrón” y le asestó varias puñaladas a Antonio. Una de las cuchilladas le alcanzó a la víctima en el cuello, otra en el lado izquierdo de la cara, una tercera en la parte superior de la cabeza y una cuarta en la mano izquierda. Antonio Pueyo fue trasladado al CHN donde fue intervenido quirúrgicamente de las heridas causadas. Días más tarde se le trasladó a la Clínica San Miguel para su rehabilitación. Pero el 27 de enero de 2018, falleció como consecuencia de una insuficiencia respiratoria aguda derivada del tiempo que llevaba encamado como consecuencia de las heridas sufridas. El acusado había adquirido el cuchillo en San Adrián unas semanas antes y hasta que se produjeron los hechos lo guardó en su habitación, dentro de sus pertenencias personales, dentro de una funda fabricada con papel de periódico.

eximente incompleta de trastorno En el momento de la agresión, Julián Estornel presentaba un trastorno de ideas delirantes favorecido por un cuadro demencial. Este trastorno tenía su origen en la creencia firme de que Antonio iba diciendo por la residencia que era un ladrón. Por ello, se le aplica la eximente incompleta de trastorno mental, es decir, que le afectaba de forma grave a su razón y voluntad pero ello solo rebaja su responsabilidad penal sin anularla.