MADRID. A Silvia y a su novio Andreas el coronavirus les pilló de vacaciones en Filipinas. Tenían previsto volver el 6 de abril hasta que se toparon con la noticia: el Gobierno filipino había decidido cerrar Manila. Ahora, tras un periplo de varios días, se ven "atrapados" y piden una "solución": "Solo queremos volver a casa".

Tras trabajar durante el verano en Grecia, donde nació su pareja, y visitar a su familia en España, Silvia, de 29 años, y su novio, de 36, viajaron a Filipinas el 19 de febrero con la idea de recorrer el país durante un mes. Jamás pensaron que sus vacaciones acabarían en un intento desesperado por salir.

Son dos de los 490 españoles que se encuentran en un país con unas 7.000 islas, según datos de Exteriores. La joven ha hablado con Efe desde la habitación que comparte con nueve personas en Moalboal, en la isla de Cebú.

Desde que el Gobierno filipino decidiese el pasado 12 el cierre por tierra, mar y aire de la ciudad de Manila durante un mes, aunque se permite la entrada y salida de vuelos internacionales, trataron de contactar con su compañía aérea.

"Llevamos cinco días llamando y aún nadie ha contestado", denuncia Silvia, que pide "una solución para todo el mundo que se ha quedado atrapado y quiere volver".

Su periplo comenzó hace tres días: "Salimos de la isla de Camiguín el 14, porque nos dijeron que iba a cerrar". De ahí, a Bohol, de donde salieron "corriendo"; les dijeron que, si no llegaban a Cebú, que tiene aeropuerto internacional, se quedarían atrapados.

Cogieron un barco dirección Cebú y fueron "directamente" al aeropuerto. Solo había dos ventanillas abiertas y todos los vuelos a Grecia "estaban cancelados hasta el 30 de marzo".

Silvia explica que ayer les dijeron que podrían volar al aeropuerto de Clark, al noroeste de la capital, y desde allí ir en autobús a Manila para coger el vuelo de vuelta que tenían reservado desde un principio. Pero, otro sobresalto, por la noche el Gobierno ordenó poner bajo estricta cuarentena toda la isla de Luzón, la mayor del país y a la que pertenece Clark.

Según Silvia, les dijeron que el aeropuerto más cercano se cerraría en 72 horas: "Así que, básicamente, ahora estamos en Cebú atrapados y preocupados, porque en muchas regiones de Filipinas están sacando a los turistas de los hoteles y hostales sin previo aviso. En otras, han cerrado todo. No te dejan salir de tu habitación de hotel".

Este martes han recibido un mensaje de la embajada griega: les han puesto en una lista de un vuelo que va de Cebú a Manila, pero "tienen prioridad los turistas" con vuelo reservado para salir "en las próximas 48 horas" y "solo hay 150 plazas": "No vamos a entrar".

Desde el consulado español, explica, les aconsejan comprar un vuelo y salir del país. "Cuando les comentas que no tienes suficientes recursos para permitirte un vuelo de último momento por el que la gente se está peleando, te dicen que encuentres los recursos", se lamenta.

Les han mandado un documento que recomienda a los que deseen regresar que "lo hagan a la mayor brevedad posible" y les informa de vuelos operativos a otros países para, desde allí, intentar coger otro a España.

"Ni siquiera sabes cuánto cuesta (el billete) ni te aseguran si vas a llegar a España. Conocemos a gente que ha intentado salir y se ha quedado atrapada en otro país. No queremos arriesgarnos", añade Silvia.

El Ministerio de Exteriores asegura que la embajada, el consulado y los consulados honorarios en Filipinas "trabajan activamente con las autoridades" del país para facilitar el traslado a Manila o a los aeropuertos internacionales de los españoles atrapados y así permitir la salida de quienes estaban de viaje y se han visto afectados por las "drásticas restricciones de movimientos" impuestas.

Silvia, en cualquier caso, insiste en lanzar un grito de socorro: "Como ciudadanos españoles tenemos derecho a no ser abandonados por nuestro país en una situación de crisis global. Solo queremos volver a casa".