- Han pasado dos meses desde el cierre de los centros escolares en Navarra. Sesenta días en los que la comunidad educativa ha realizado un "enorme esfuerzo", en palabras del consejero de Educación, Carlos Gimeno, para mantener la actividad de aprendizaje a distancia del alumnado en sus domicilios. Una situación "inédita" que ha obligado al departamento a trabajar a destajo para adaptarse a los múltiples retos que presenta el proceso de enseñanza-aprendizaje telemático. Gimeno reconoce que ha habido carencias, porque la docencia online nunca podrá sustituir a la presencial, pero afirma que el resultado ha sido "muy aceptable".

El consejero presentó el viernes en el Parlamento su propuesta de fase 2 de desescalada en el ámbito educativo en Navarra que limita el regreso a las aulas al alumnado de 2º de Bachillerato. Lo hará a partir del 1 de junio, con carácter voluntario y los centros deberán garantizar ratios de un máximo de 15 escolares y las medidas de distanciamiento y protección oportunas. El resto del alumnado no volverá a clase hasta el próximo 2020-21. Un curso que seguirá marcado por la evolución de la pandemia en Navarra y en el que ya trabaja el departamento con el objetivo de que todo el alumnado esté en clase.

Navarra ha decidido rechazar la vuelta a las aulas de los menores de 6 años y limita la actividad presencial este curso a 2º de Bachillerato ¿Por qué ha adoptado esta decisión?

-Con el alumnado de Infantil, de Primaria y de Educación Especial vimos que no íbamos a poder cumplir con el protocolo de seguridad y salud pública. Es complicado respetar la distancia de seguridad en la actividad diaria en las aulas, es inevitable que compartan materiales y además son escolares que no pueden hacer un uso correcto de los elementos de protección individual. En cuanto a Secundaria, para el día 25 de mayo, que es la primera fecha posible para iniciar la fase 2 de desescalada, ya habría finalizado la evaluación final por lo que académicamente no tendría mucho valor la vuelta a las clases. Sin embargo, en 2º de Bachillerato, desde un punto de vista académico, consideramos que tener tres semanas de clases presenciales (del 1 al 19 de junio) les puede permitir preparar mejor la EvAU y la convocatoria extraordinaria. Hay que dejar claro que estas clases no deben servir para hacer exámenes u otro tipo de pruebas, ya que eso chocaría con la voluntariedad.

La asistencia del alumnado es voluntaria pero la apertura de los centros educativos es obligatoria, ¿no es así?

-Sí. Todos los centros educativos de Navarra, públicos y concertados, deben abrir y atender al alumnado que desee acudir. Otra cosa es que cada uno, en el marco de su autonomía, puede decidir cómo plantea esta vuelta a la enseñanza presencial. El departamento ha enviado unas instrucciones a los centros con los requisitos que deben cumplir: grupos de un máximo de 15 alumnos por clase, el uso de espacios comunes se realizará en las condiciones de distanciamiento, se respetarán las recomendaciones sanitarias en cuanto a medidas de protección (geles y mascarillas) y no se ofrecerá los servicios de transporte y comedor. A partir de ahí, cada centro tendrá que hacer una organización de las enseñanzas, diseñar un horario, establecer los agrupamientos que consideren... Por ejemplo se pueden hacer grupos de cinco alumnos, de una hora, y así desarrollar un acercamiento más intenso en el ámbito tutorial... Y por supuesto es obvio decir que no habrá vuelta a las aulas en 2º de Bachillerato si el Gobierno no permite a Navarra transitar a la fase 2 de la desescalada.

La propuesta afecta a las dos redes educativas, pública y concertada, pero ¿podrían abrir por ejemplo las guarderías privadas de 0-3 años?

-Navarra no hace una propuesta de fase 2 en el ámbito educativo donde se contempla la apertura de la Educación Infantil por lo que las guarderías privadas no pueden abrir . Otra cosa será cuando termine la desescalada. En ese momento, serán ya meses de verano y quizá podrían abrir las guarderías privadas.

¿Se va a poder pasar de curso o titular con menos asignaturas suspensas que las que se exigían antes de la pandemia?

- En Secundaria, no. No hay ningún cambio porque la normativa de evaluación, promoción y titulación es una normativa básica, es la única competencia que tiene el Ministerio y no tenemos las comunidades autónomas. Lo que si ha hecho el departamento de Educación es enviar unas instrucciones, en el marco de seguridad jurídica de esa normativa básica, pidiendo a los centros que, por ejemplo, en el ámbito del currículo lo reorganicen para refuerzo, repaso y recuperación de algunos contenidos. Asimismo, en el ámbito de la evaluación, hemos solicitado a los centros que se ponderen los criterios de evaluación más imprescindibles y en el ámbito de la calificación, pedimos que pondere más la actividad presencial que la no presencial y se valoren las competencias más imprescindibles. Con respecto a la titulación, las instrucciones dicen que será la norma general, mientras que la no titulación y la no promoción será extraordinario. En primer lugar porque el informe PISA constata que la repetición no mejora los procesos educativos y la segunda razón es que se va a hacer una reorganización curricular de cara al próximo curso. Lo importante es que el profesorado realice informes individualizados de evaluación para conocer el nivel curricular y establecer la docencia del próximo curso a partir del nivel en el que se ha quedado. Esto no significa que no se pueda repetir. La repetición se puede aplicar pero sería más en función del rendimiento de los dos primeros trimestres. Se trata de que sea una medida educativa más, pero intentando minimizarla ya que la evaluación se debe ajustar a las actuales circunstancias.

¿Y en Primaria?

-Vamos a modificar la orden foral 72/2014 por la que se regula la evaluación y promoción en Primaria ya que hemos visto que es más limitante que la LOMCE. Hemos decidido ajustarla a la norma básica y no hacerla más gravosa para el alumnado. Nuestra normativa dice que un alumno no pasará de curso si ha suspendido Lengua o Matemáticas, y que podrá promocionar con tres suspensos siempre y cuando dos de ellos no sean en Lengua y Matemáticas. Esto no está en la LOMCE. La promoción será norma general en Primaria, sin tener en cuenta limitaciones que afecten al número de áreas suspendidas.

Desde el inicio uno de los grandes problemas que tuvieron que combatir fue la brecha digital. ¿Cuál es la situación actual?

-Estamos satisfechos del trabajo que se ha realizado. Se ha subsanado la brecha digital de 5º de Primaria a 2º de Bachillerato, lo que les permitirá afrontar a las pruebas telemáticas con una conectividad adecuada. Ahora vamos a entrar en los niveles académicos que titulan de la red concertada (4º de ESO, 2º de Bachillerato...) porque queremos que el alumnado desfavorecido sepa que vaya donde vaya el departamento de Educación va a estar detrás. Estamos ultimando el decreto foral de distribución equilibrada del alumnado e Inspección ha realizado un mapa de educación inclusiva que se publicará a la vez con todos los indicadores del sistema educativo navarro, tal y como se recoge en el acuerdo programático.

Quizá la actuación más criticada ha sido la decisión de mantener los exámenes presenciales de las escuelas oficiales de idiomas. Sus responsables eran partidarios de aplazarlos a después del verano. ¿Por qué está insistencia?

-En primer lugar porque creemos que hay que trabajar y revaluar escenarios. Y la segunda razón de peso es que estamos viendo que el alumnado quiere examinarse. Los sondeos realizados en las propias escuelas de idiomas así lo confirman. El alumnado quiere certificar su nivel principalmente por dos motivos: una parte para poder trabajar en el sistema educativo y porque el escenario laboral que se presenta no es el más agradable, y tener la cualificación de idiomas puede ayudar en el acceso al trabajo en cualquier ámbito laboral, no sólo en el educativo. Los centros privados van a hacer las pruebas de certificación. ¿Por qué ellos sí y los públicos no? Y queremos hacerlas en junio porque no les queremos hurtar el derecho de tener una convocatoria extraordinaria. Nuestra intención es hacerla en octubre para que esté lo más cerca posible de la actividad presencial.

¿Se pueden garantizar las medidas de seguridad sanitaria exigidas?

-Por supuesto, si no se harían. Los exámenes más populosos, que conciten a más alumnado, se van a realizar los días 17, 18, 19 y 20 de junio, en horario de mañana y tarde, en la UPNA. Otros exámenes se harán en las escuelas de idiomas y muchos exámenes de la EOIDNA se realizarán en los institutos de Secundaria de referencia. Además, Educación también permite promocionar de curso sin certificar y los alumnos pueden renunciar a las pruebas certificativas (tanto de junio como de septiembre) y el próximo curso no se les cobrarán las tasas.

Todo apunta a que el próximo curso no va poder celebrarse en las condiciones que teníamos en febrero. ¿En qué escenario trabaja el departamento de Educación?

-Es un tema complejo. En el departamento llevamos diez días trabajando y sacando datos de nuestro sistema educativo: viendo las ratios en cada unidad, haciendo un análisis de los espacios y de las plantillas... El pasado jueves, en la conferencia sectorial de Educación, se aprobó por unanimidad crear un grupo de trabajo en el que participan el Ministerio y las comunidades autónomas para diseñar un plan de contingencia. El compromiso es que esté listo antes del verano sin menoscabo a que durante la época estival cada autonomía pueda hacer concreciones y ajustes a esa propuesta. Además los centros educativos también deberán hacer su plan de acuerdo a sus características. Ese grupo de trabajo va a trabajar en tres escenarios distintos: el primero se refiere a un inicio de curso normal; el segundo plantea que en septiembre estemos en una situación similar a la actual epidemiológicamente hablando; y por último, un tercer escenario en el que no podamos volver a clase.

Parece que el segundo escenario es el más previsible. De ser así, ¿qué propuesta plantea para Navarra?

-Estamos trabajando en cinco ámbitos. El primero consiste en adaptar la organización escolar a la pandemia: previsiones de transporte, formación del profesorado y del alumnado en el ámbito digital; otro es la actualización de las programaciones didácticas. También estamos diseñando un plan de refuerzo de la competencia digital, un plan tutorial para la actividad lectiva a distancia y seguimos insistiendo en la dotación tecnológica. Nos hemos encontrado con una intempestiva ruptura del sistema y si ocurriese de nuevo tenemos que tener al profesorado más preparado, tener un plan de apoyo emocional, tener muy presente al alumnado con necesidades de apoyo educativo... Ahora bien, la idea que tiene el departamento de Educación, que no depende solo del departamento sino también del Ejecutivo central y de las circunstancias sanitarias, la idea con la que trabajamos es que todo el alumnado esté en clase, que en esta comunidad no se vuelva a parar y que la oferta educativa no se vuelva a interrumpir. Y es que entendemos que para los procesos de enseñanza-aprendizaje del alumnado mas desfavorecido un nuevo parón podría ser grave. Abogamos porque todo el alumnado esté en clase.

No parece tarea fácil...

-No lo es. Obviamente se haría con organizaciones de espacios diferentes, con los recursos personales especializados, con una posible contratación que podamos establecer de más profesorado con los 2 millones que vamos a invertir para el plan de refuerzo... Intentaríamos que todo el alumnado esté con la modalidad educativa presencia. Este es el objetivo con el que trabaja el departamento.

¿Acudir a clase todos los días de la semana?

-Sí, todos los días. Ese es el objetivo. Esto tendría unas circunstancias y unas características. Quizás todos los centros, y esto no es una certeza sino una posibilidad, tendrían que ir a jornada continua. Igual habría que reducir el horario del alumnado, habría que reducir las ratios, habría que mejorar los espacios... Este es el escenario en el que estamos trabajando. Pero no podemos adelantar mucho más, estamos estudiando datos y viendo los recursos personales, informáticos, complementarios que serían necesarios.

Aparte de los dos millones que ya tienen sobre la mesa para ese plan de refuerzo, ¿cree que necesitarán más presupuesto?

-Tendremos que reorientar el presupuesto que tenemos actualmente. Debemos ser muy responsables con cada euro y optimizar la gestión económica para lograr el objetivo. Si no se puede hacer un curso normal porque la pandemia, como ahora, exige grupos de un máximo de 15 alumnos por aula, siempre se va a ver erosionada la calidad educativa. Pero creemos que la actividad docente presencial es tan enriquecida con respecto a la no presencial... No tiene color.

¿Cuando se van a celebrar los concursillos para la elección de plazas docentes?

-En junio, no hay OPE por lo que no hay ningún problema en hacerlo el próximo mes. Cuando decidimos aplazar la OPE al próximo año hubo docentes que mostraron su queja ya que para ellos era una faena. Otros, sin embargo, aplaudieron la decisión porque no estaban en las mejores condiciones para preparar el examen. Lo cierto es que teníamos una necesidad acuciante en las listas, que íbamos a solventar con la OPE, y al no celebrarse hemos decidido permitir a los admitidos en la OPE que, con su baremo definitivo, se incorporen a las listas de gestión. Queremos que los centros tengan sus plantillas completas en junio y que los ajustes se realicen con la mayor rapidez.

"Para que el alumnado esté en clase el próximo curso habrá que reorganizar los espacios, contratar a más docentes..."

"El alumnado de las escuelas de idiomas quiere examinarse porque certificar su nivel les ayuda en el acceso al trabajo"

"Todos los centros de 2º de Bachillerato están obligados a abrir el 1 de junio y atender al alumnado que desee acudir"