os nervios, los repasos de última hora y las charlas con los compañeros de clase volvieron ayer a las puertas del campus de Arrosadía de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), en Pamplona, así como al de Tudela, en el primer día de exámenes de la convocatoria extraordinaria de EvAU, a la que se van a presentar un total de 251 estudiantes (131 chicas y 120 chicos), y que termina mañana.

En pleno mes de julio, y siguiendo las medidas de seguridad, los estudiantes se enfrentaron a las pruebas ya sea porque suspendieron la convocatoria ordinaria, porque no se presentaron a esta -generalmente por tener alguna asignatura pendiente- o porque querían subir su nota. La primera jornada acogió los exámenes de Lengua Castellana y Literatura II, Historia de España e Inglés.

“Yo creo que el examen esta vez ha sido más fácil. No he tenido que dudar tanto al elegir las opciones y me ha costado menos tiempo hacerlo”, admitió Amir Zouaoui al salir de la prueba de Lengua. El alumno del IES Navarro Villoslada confesó que en esta convocatoria “hay que estudiar lo que ya tenías aprendido, hacer lo que sabes y rezar para que te toque un tribunal que no sea tan estricto corrigiendo”.

Por su parte, Iñigo Aristegui, alumno del Colegio San Cernin, acudió “más tranquilo y más animado”, y con la confianza de que le va a salir mejor que la primera. “Para esta he estado yendo a la biblioteca y a clases y me veo más preparado. En la anterior creo que en casa no me concentré lo suficiente para estudiar”, admitió.

La convocatoria extraordinaria tiene una duración de tres días frente a los cuatro que duró la ordinaria, lo que causó diferentes opiniones. Aristegui, por ejemplo, se mostró a favor de este cambio y opinó que “han organizado los exámenes bastante bien”. Para el alumno del IES Iturrama, Aitor Martínez, fue negativo: “Vería mejor hacerlos en cuatro porque, si no, te quitan un tiempo de la tarde en el que podrías estar estudiando”.

Pero si en algo coincidieron los estudiantes fue en que lo peor había sido tener que prepararse los exámenes en pleno julio. “Ha sido difícil porque ves a todos tus amigos en la calle y tu te tienes que quedar en casa estudiando, y eso a la hora de concentrarte no es lo mejor”, reconoció Martínez, quien no se presentó a la ordinaria porque le quedaba por recuperar una evaluación de Matemáticas.

Una de las novedades de esta convocatoria en cuanto a las medidas de seguridad es que los estudiantes tienen que realizar los exámenes con la mascarilla puesta. “Ha sido un poco agobio, porque además con el calor lo hemos pasado peor, pero son las medidas que tenemos que tomar”, indicó Alejandra Irigoyen, del IES Barañáin, que explicó que entraron al aula escalonados, se desinfectaron las manos con gel y se sentaron en las mesas guardando la distancia.

Hacer el examen con mascarilla fue un problema para Amir Zouaoui, que es asmático. “Te cuesta respirar y si estás estresado intentas acelerar para salir rápido, y eso puede influir en hacer mejor o peor el examen”, aseguró. Maialen García, alumna del IES Eunate que se presentó para subir nota, lo prefirió así, ya que también la llevó en la convocatoria ordinaria voluntariamente.