Apenas un mes antes había sido condenado a tres meses de prisión en el Juzgado de lo Penal número 4 por un delito de lesiones, condena que tenía suspendida, pero ello no fue obstáculo para que atacara con una navaja en el rellano del edificio al amigo de un vecino, al que estuvo a punto de causar una lesión de gravedad que finalmente se quedó en un pinchazo en el muslo. La Sección Segunda de la Audiencia ha confirmado ahora la condena de dos años y medio de prisión que le impuso a este acusado la titular del Juzgado de lo Penal 1 de Pamplona por unos hechos ocurridos a las 21.00 horas del 17 de noviembre de 2020. En la sentencia, por un delito de lesiones causadas con instrumento peligroso, se le aplica la agravante de reincidencia (por la condena previa que arrastraba por el delito de lesiones) y la atenuante (que le rebaja la pena) de trastorno mental. También ha sido condenado a abonar a la víctima 420 euros en concepto de indemnización por responsabilidad civil.

Como queda dicho el suceso se desencadenó el pasado mes de noviembre cuando el acusado se encontraba en su vivienda con la puerta abierta y, como escuchaba diversos ruidos en las escaleras que le molestaban, gritó desde su casa, dirigiendo a su vecino y a sus acompañantes gritos e insultos, en los que cesó cuando ellos se metieron en el domicilio. El acusado salió entonces al exterior de su vivienda portando una navaja con cachas de madera de unos 15 centímetros, abierta, y se ocultó en la parte trasera del ascensor, poco antes de que saliera al rellano su vecino. Este se encontraba despidiéndose de tres amigos, uno de ellos la víctima, de 40 años de edad, que habían acudido hasta el lugar para recoger un portátil y se disponían a marcharse en el ascensor.

El procesado se dirigió inesperadamente hacia ellos esgrimiendo la navaja y, actuando con ánimo de atentar contra su integridad física, lanzó a la víctima un golpe con la navaja que, al ser parcialmente interceptado por este con el brazo, le alcanzó a la altura de la ingle. Como consecuencia de los hechos, el herido presentó lesiones consistentes en una herida de unos 2,3 centímetros en el muslo izquierdo y una erosión en el antebrazo. En el momento de lo ocurrido, el acusado había sido diagnosticado de trastorno mixto ansioso depresivo, trastornos mixtos de la personalidad y síndrome de dependencia al alcohol y al cannabis lo que afectaba a sus facultades.

La sentencia del Juzgado de lo Penal 1 fue recurrida por la defensa del encausado, pero la Audiencia concluye que "la conducta del acusado fue grave, por lo inesperado de la agresión, y la forma en que se produjo, saliendo el acusado desde detrás del ascensor y dirigiendo la navaja al tórax del perjudicado, en un espacio exiguo".