Las barracas son una de las principales atracciones de las fiestas. Desde la Noria, al Gusano o al Barco Vikingo, todas ellas entretienen al público durante las fiestas de cada verano.

Sin embargo, la cancelación de los festejos populares a raíz de la pandemia obligó a los feriantes a paralizarse durante más de un año. Ahora, Alfonso Álvarez, presidente de la Asociación de Industriales Feriantes de Navarra (AIFNA), cuenta como está la situación en un nuevo verano sin celebraciones. “Intentamos estar en la calle, desarrollar un poco nuestro trabajo con las medidas oportunas que nos mandan”, explica.

Barañáin, Murchante y Pamplona son algunos de los destinos donde los feriantes pudieron operar. Tras la solicitud de la asociación al Consistorio pamplonés para poder instalar las atracciones, se les otorgó la autorización para funcionar antes del comienzo de los no Sanfermines. “Pamplona se ha portado muy bien. Estamos muy contentos, la respuesta del público ha sido fenomenal”, aseguró Álvarez, quien también participó con los Toros Rodeo.

Su intención es continuar el resto del verano en otras localidades. Fines de semana y horarios de 5 a 10 de la noche son algunas de las opciones que pactan con los ayuntamientos para poder instalar las atracciones en las fechas que consideran convenientes. “Todos nos están atendiendo y tienen ganas”, afirma.

No obstante, uno de los principales obstáculos fue la dificultad de los feriantes de acceder a las ayudas ofrecidas por las instituciones. Muchos no estaban dados de alta en marzo de 2020, requisito para poder obtener las ayudas, debido a que la mayoría operan durante el verano. Esto supuso que, un 90% de los feriantes, no pudieron acceder a ellas, según explica el presidente de la asociación.

Actualmente, la feria se encuentra en Tudela donde continuará hasta el día 1 de agosto.