En los corrillos que se forman en las entradas y salidas de los colegios no se habla de otra cosa. El debate está en la calle y también en los papeles, ya que muchos padres y madres están exponiendo sus puntos de vista sobre las ventajas e inconvenientes tanto de la jornada escolar continua como de la partida. Familias de 80 centros de Infantil y Primaria, casi todos de la red pública, están llamadas estos días a participar en las votaciones para decidir si quieren implantar el horario de mañana de forma definitiva o prefieren retomar, cuando se pueda, la jornada partida con clases por la tarde. El Departamento de Educación exige el respaldo del 60% del censo del alumnado para aplicar el cambio de jornada que, en esta ocasión, se iniciará después de Navidad y seguiría el próximo 2022-23.

La de las familias es la tercera y última votación que establece la normativa para modificar la jornada escolar en Navarra y, tradicionalmente, es la más complicada de sacar adelante. Y es que las dos primeras suelen ser un mero trámite ya que si el equipo directivo de un colegio plantea el cambio de jornada suele contar con el apoyo del claustro y del consejo escolar.

División de opiniones

El principal debate se produce cuando la votación llega a las familias, ya que algunas ven beneficioso tener un horario lectivo de mñana por motivos de conciliación, normalmente, mientras que otras creen que el alumnado rinde mejor con un horario partido y hay más tiempo para impartir todo el currículo. Lo cierto es que las investigaciones científicas, tal y como recuerda la pedagoga de la UPNA, Alicia Peñalva, “son escasas y no concluyen que una jornada sea mejor que otra. Que una sea mejor va a depender del centro y de la comunidad educativa”.

Es cierto que dos investigaciones más potentes (una de la Revista Complutense de Educación publicada de 2017 y otra de la Universidad Complutense de 2020), aunque no son concluyentes, coinciden en que el cambio a jornada continua no mejora el rendimiento académico. Pero Peñalva considera que el rendimiento del alumnado depende de otros factores más allá del tipo de horario. “Es fundamental que cada colegio defina su proyecto y, a partir de ahí, ver qué jornada resulta más conveniente para lograr sus objetivos”.

El día 13, fecha límite

Las votaciones, tanto de forma presencial como on line, se desarrollarán durante esta semana y la próxima, ya que el día 13 de diciembre es la fecha límite para que los colegios presenten al Departamento su proyecto de cambio de jornada continua y los tres documentos que avalen el respaldo en las tres votaciones: claustro, consejo escolar y familias.

La nueva jornada entrará en vigor este mismo curso, después de Navidad, y seguirá el próximo 2022-23, curso en el que parece que sí se volverá a la normalidad y los centros podrán recuperar la jornada que tenían antes de la pandemia.

En aquel curso, 98 centros (93 públicos y 5 concertados) tenían jornada continua, lo que suponía el 44% de los 223 colegios de Infantil y Primaria (el 55% en el caso de la pública).

De salir adelante en los 80 colegios que están inmersos en el proceso serían 178 de 223, es decir, el 80%. Un porcentaje que rozaría el 100% en el caso de la pública. Y es que, de los 80 colegios, 73 son públicos y siete concertados. Por otra parte, tres centros (dos públicos y un concertado) votan implantar la jornada flexible (dos tardes libres), presente en 14 escuelas