Los casos de coronavirus en Navarra durante la semana pasada alcanzaron los 2.127 contagios, lo que supone multiplicar casi por 19 la incidencia de la gripe en la Comunidad Foral en el mismo periodo de tiempo, pero ambos virus han causado las mismas personas hospitalizadas. Durante la semana del 21 al 27 de marzo tuvieran que ingresar por covid 19 personas en los hospitales navarros, y a su vez hubo otros 19 nuevos ingresos derivados de pacientes con gripe.

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Los expertos consideran crucial el factor de la vacunación completa para evitar que las personas contagiadas por covid acaben en hospitales, unida a la menor virulencia de las variantes actuales, de cuyos cuadros graves también previene la pauta de vacunación.

El 89% son casos de variante sigilosa

En la semana del 21 al 27 de marzo se han confirmado 2.127 casos por PCR o antígeno (322 por 100.000), lo que supone un 9% menos que en la semana anterior. En todos los grupos de edad la incidencia se estabiliza o desciende.

Los casos de la subvariante Ómicron BA.2, la llamada variante sigilosa, suponen ya el 89% del total.

Desde diciembre se han confirmado con COVID-19 más del 20% de la población de Navarra y desde el comienzo de

la pandemia el 35% de la población. Este porcentaje oscila entre el 23% en mayores de 75 años y el 47% en el grupo

de 15 a 34 años.

Ingresos y defunciones por COVID-19

Esta semana, como ya se ha dicho, se han registrado 19 ingresos hospitalarios por covid, cifra algo superior de los 15 de la semana anterior (cuando ya hubo 15 ingresos también por gripe). Ninguno de los ingresos se produjo en la UCI, y se registraron 4 defunciones por coronavirus.

La vacunación, según la pauta recomendada en Navarra, muestra una efectividad superior al 90% para prevenir hospitalizaciones por covid-19.

La efectividad de las vacunas para prevenir infecciones es menor, y por ello, los vacunados han de mantener también medidas preventivas complementarias para no infectarse y no contagiar.

En comparación a las personas no vacunadas, las correctamente vacunadas que llegan a infectarse tienen una probabilidad de ingreso hospitalario un 90% menor, y de ingresar en UCI un 95% menor. Este efecto de reducción de la gravedad de la infección se mantiene en los casos debidos a la variante Ómicron y a la subvariante BA.2.

El efecto de las vacunas se suma a la menor probabilidad de las nuevas variantes para originar formas graves de enfermedad, y ambos factores han contribuido al menor porcentaje de casos que ingresan o que fallecen por covid-19 durante 2022, a pesar de la progresiva recuperación de la actividad social.

1.400.000 dosis administradas

Asimismo, según se recoge en el informe del ISPLN, hasta el 27 de marzo se han administrado 1.396.412 dosis de vacuna: 571.563 personas, el 87% de la población de Navarra, han recibido alguna dosis, 557.895 (85%) tienen la pauta completa, y 345.189 (52%) personas tienen además una dosis de refuerzo. Entre la población de Navarra de 5 años y más, el 91% ha recibido alguna dosis, el 89% tiene la vacunación completa y el 55% tiene además una dosis de refuerzo.

Además de la vacunación y mientras exista circulación tanto del SARS-CoV-2 como de otros virus respiratorios como el de la gripe, el informe recomienda la distancia física interpersonal y el uso de la mascarilla en situaciones en las que se coincide con personas no convivientes habituales en espacios cerrados, o en espacios abiertos, si no se puede mantener esta distancia entre personas.

También indica que su uso es fundamental por parte de las personas más vulnerables y de sus contactos estrechos. Priorizar, asimismo, las actividades al aire libre y con ventilación natural permanente y cruzada si se trata de espacios cerrados. La aplicación de estas medidas es especialmente importante en las personas vulnerables y en sus convivientes.

Nueva estrategia de vigilancia e información sobre el COVID-19

Como ya se anunció a principios de esta semana, Navarra comenzó a aplicar la nueva estrategia de vigilancia del COVID-19, en la que se prioriza la detección en personas y ámbitos de mayor vulnerabilidad y en personas con casos graves de la enfermedad.

Este cambio influye en la población general, ya que las personas que no presenten las citadas condiciones y que estén asintomáticas o con síntomas respiratorios agudos leves no requerirán de aislamiento ni de prueba de confirmación.

Estos instrumentos, así como un seguimiento más intenso por parte del sistema sanitario, se centrarán en las personas con factores de vulnerabilidad (mayores de 60 años, inmunodeprimidos y embarazadas), en los ámbitos vulnerables (personal sanitario y sociosanitario, fundamentalmente) y en los casos graves.

Asimismo, se mantienen otros sistemas de vigilancia complementarios, como el control de las aguas residuales, la secuenciación de pruebas para nuevas variantes o los registros de mortalidad, con el fin de modular la capacidad de respuesta de los dispositivos flexibles de recursos humanos y materiales del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.