Nuevos restos óseos han aparecido esta mañana tras reanudarse la búsqueda en el vertedero de Zaldibar, que se derrumbó el pasado 6 de febrero. Este domingo se halló una tibia envuelta en tela, que se está analizando para determinar si pertenece a Joaquín Beltrán o Alberto Sololuze, los dos operarios que resultaron sepultados.

Ese primer resto óseo se localizó después de desenterrar en una de las zonas de la escombrera 250.000 metros cúbicos de deshechos y lo equivalente a un edificio de ocho pisos. Tras su localización, se está trabajando con maquinaria más pequeña, porque debe hacerse con más cuidado y precisión.

Los nuevos restos están siendo objeto de un reconocimiento antropológico sobre el terreno por parte de la policía científica y los forenses, según han informado a Efe fuentes del departamento de Seguridad del Gobierno vasco.

La búsqueda se ha reanudado con métodos "quirúrgicos", de manera que cada palada sacada por las excavadoras es analizada minuciosamente por los operarios.

Reunión de Urkullu con familiares

Por otra parte, el lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha reunido esta mañana en Bilbao con familiares de Alberto Sololuce, uno de los dos desaparecidos, a quienes ha informado sobre el avance de los trabajos de búsqueda.

Al encuentro han asistido la viuda y la hija de Sololuce, pero no han querido estar presentes los familiares del otro desaparecido, Joaquín Beltrán.

Según las mismas fuentes, las dos familias fueron informadas durante la tarde de este domingo del hallazgo de los primeros restos óseos en el vertedero.