Tras nueve meses de larga espera, las autoridades suizas localizaron la semana pasada los restos mortales de Diego Maeztu Martínez de Morentin, de 38 años y vecino de Allo, quien fue arrastrado por el agua y las rocas en un barranco de los Alpes suizos junto a otros tres compañeros, que también fallecieron en el lugar. El cuerpo del barranquista navarro apareció la semana pasada al ser dragado el embalse de Gigerwald, en el que desemboca el barranco en el que se produjo el trágico accidente.

La aparición de los restos de Diego Maeztu completa el rescate de uno de los episodios más luctuosos del barranquismo navarro y pone punto final a la incertidumbre que familia y amigos llevan soportando desde el 12 de agosto de 2020, cuando una tormenta que en principio no revestía peligro acabó arrastrando e Diego Maeztu y Mikel Lasa Mendizabal, ambos de Allo, junto a Mikel Zabalza Hernández, de Uharte Arakil, y a Tontxu González Ortiz de Murua, de Güenes (Bizkaia), cuando se encontraban en la garganta de Parlitobel. En el pantano de Gigerwald aparecieron los cuerpos de tres barranquistas, mientras que Diego Maeztu se dio por desaparecido.

A pesar de los intentos de búsqueda llevados a cabo por las autoridades suizas con posterioridad, no fue hasta mediados de la semana pasada cuando después de ser dragado el embalse se pudo localizar el cuerpo del barranquista de Allo. Las operaciones de dragado son habituales en Suiza, donde las tormentas acaban arrastrando gran cantidad de material al lecho de los embalses y lagos.

El hallazgo del cuerpo fue comunicado a la familia la semana pasada para la realización de las pruebas de ADN que confirmaron que los restos mortales localizados correspondían al barranquista navarro desaparecido hace nueve meses. Allegados de la familia indicaron ayer que se están ultimando los trámites para llevar a cabo la repatriación del cuerpo.

EXPERTO MONTAÑERO

De carácter emprendedor, Diego Maeztu Martínez de Morentin fue, junto a Mikel Lasa, uno de los fundadores del club de espeleología de Allo Kat-Team, desde el que preparaban todo tipo de actividades durante todo el año: senderismo, monte, barrancos, espeleología y paseos en bici. En el momento del accidente ocurrido en los Alpes suizos, era el presidente del club. Su experiencia en la montaña era muy amplia y entre los hitos de su trayectoria figuraba la hollar cumbre en el Mont Blanc en 2019.

Además, formó parte de la historia del Club Atlético Huracán, el equipo de fútbol de Allo, donde se formó como deportista e incluso llegó a ser entrenador del primer equipo, con Manuel Martínez de Morentin, con quién lanzó en el año 2013 el chupinazo de las fiestas de su pueblo por conseguir el ascenso a Primera Regional.

Entre sus aficiones estaba la música y también formaba parte de la Txaranga Jurramendi y de la cuadrillas de Allo Los Modorros. Su madre, Margari, reside en la misma localidad de Allo, mientras que su padre Félix Maeztu ya falleció. Tenía una hermana que se llamaba Mirella. Trabajaba como técnico informático en la empresa de Schmidt-Clemens, ubicada en Murieta.