Manu Quijera no estará hoy en la final de jabalina del Europeo de Roma. El atleta navarro realizó un mejor lanzamiento de 75.61 metros en la calificación de ayer y se quedó muy lejos de la mínima exigida para la clasificación directa (82.00 metros) y del 12º y último clasificado para la final de hoy, que lanzó ayer 80.52.

Esos casi 5 metros menos de los necesarios le relegaron al 11º puesto en la tanda A de calificación y al 21º en el total de los participantes.

Manu Quijera, que partía precisamente con el 21º récord personal en el ránking de participantes y con la 17ª mejor marca del año, con 81.73, terminó muy enfadado consigo mismo por su concurso de ayer, en el que estuvo muy alejado de sus registros habituales. 

Nada más realizar su último tiro, se le oía perfectamente, en la retransmisión de Teledeporte, gritarse a sí mismo: “¡Qué malo soy, Dios!”. Un comentario que le salía del alma y al que un par de segundos después añadía: “¡Basura!”.

Quijera, que en los anteriores Europeos (Múnich 2022) se quedaba fuera de la final por apenas 53 centímetros (lanzó 76.67 y el último atleta se metió con 77.20), estaba en condiciones de superar esos 80.52 metros que dieron el pase al alemán Max Dehning, pero ni siquiera pudo acercarse a la cota de 80 metros.

 En la calificación, que consta de tres lanzamientos, Manu Quijera comenzó mal, con un nulo, y pareció meterse un poco en competición con su segundo tiro, de 75.38 metros.

Manu Quijera, justo antes de la prueba.

Le quedaba un intento y tenía que darlo todo en él, pero apenas superó en 23 centímetros su lanzamiento anterior. Nada más caer la jabalina, ya era consciente de que se quedaba fuera de la final. 

En todo caso, el deporte siempre da nuevas oportunidades, y el lanzador del Grupompleo Pamplona Atlético tiene ahora por delante un intenso verano, con tres citas –con el colofón de los Campeonatos de España (La Nucía, 29 y 30 de junio)– en el que luchará por clasificarse para ir a los Juegos de París. 

Será complicado que lo consiga por la vía directa de la mínima olímpica (está carísima, en 88.50, y su récord personal es de 83.28 metros), pero intentará lograrlo a través de su puesto en el ránking mundial, al igual que ha ido a Roma a través del ránking europeo.

Díaz Fortún, oro en triple con doble récord 

18.18 metros. El español de origen cubano Jordan Alejandro Díaz Fortún logró el oro en triple merced a su quinto salto, en el que se fue hasta los 18.18 metros, récord de España y de los Europeos, a solo 11 centímetros del récord del mundo y tercer mejor salto de la historia. Hasta ese quinto intento, Díaz Fortún iba por detrás del portugués Pedro Pichardo (también nacido en Cuba), que en su segundo salto se había ido a los 18.04. El oro de Díaz Fortún se une al de la gallega Ana Peleteiro en esa misma modalidad.

Díaz Fortún, en pleno salto. RFEA