Osés Construcción pagó caro el esfuerzo del miércoles en Lugo y fue vapuleado por un IDK que demostró que su clasificación en la zona baja es circunstancial. Llegaban las navarras con la ilusión por las nubes tras su victoria en Lugo pero tardó poco en disiparse.

IDK vino a Pamplona a demostrar su potencial y no tardó en marcar las primeras distancias en el marcador. Lo que parecía un mal inicio se convirtió en una pesadilla.

La falta de acierto navarro y una defensa poco agresiva iba provocando que más ventajas se fuesen ampliando hasta llegar a los 20 puntos. Y peor, que al descanso la distancia era de 32. Un auténtico golpazo que dejó a las navarras en la lona. 

Sin Tate, el equipo no encontró espacios y el cansancio era más que palpable entre las pupilas de Juantxo Ferreira que lo dieron todo por evitar que la diferencia fuese escandalosa. 

Así, gracias al acierto de Mungo y Amaia Diez desde el triple recortaron la distancia hasta los 23, pero un par de fallos justo antes del final de cuarto devolvió la ventaja a 27

El último cuarto, con el partido decidido, podría ser un mero trámite, pero las de Ferreira siguieron intentándolo desde el triple aunque la distancia final se quedó en 27 (66-93)