Boda viral en Galicia: así es como una cosechadora provoca una espectacular lluvia de confeti

Tirar arroz en las bodas es una tradición que tiene sus raíces en tiempos antiguos y que, según apuntan los expertos, simboliza fertilidad, prosperidad y abundancia. Aunque los más tradicionales continúan decantándose por el arroz, lo cierto es que cada vez son más quienes, buscando la originalidad, optan por otros elementos.

Hay quienes sustituyen el arroz por los pétalos de flores, quienes lo han sustituido por pompas de jabón y quienes lo han hecho por confeti. El confeti, un conjunto de pedacitos de papel de varios colores, recortados en varias formas, se arrojan las personas unas a otras en los días de carnaval y, en general, en cualquier otra celebración festiva. Un elemento festivo que, según apuntan diferentes expertos, no está permitido en algunos sitios debido a lo complicado que resulta limpiarlo.

Una cosechadora provoca una espectacular lluvia de confeti en una boda

Un aspecto que, al parecer, no preocupó en exceso a quienes sorprendieron a Johana y José Luis en el día de su boda.

Este pasado sábado, 13 de julio, José Luis y Johana contrajeron matrimonio en la iglesia de Santiago de Sa, pequeña localidad lucense de O Páramo. En el momento en el que los novios salieron de la iglesia, los amigos de la pareja les sorprendieron con la original manera en la que festejaron el enlace.

Los amigos optaron, nada más y nada menos que, por una cosechadora para lanzar el confeti. La razón por la que su circulo cercano optó por esta máquina es que el novio, José Luis, trabaja con ella de manera habitual. Tal y como se puede ver en la publicación del párroco, José Manuel Castro Alba, en Instagram, la cosechadora prácticamente enterró a la pareja en papel.

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Según explica el entorno a diferentes medios, los amigos de Johana y José Luis pasaron días recogiendo papel de supermercados, puntos limpios y empresas, incluso viajaron fuera de la provincia de Lugo en busca de más material.

Tal y como relatan, la semana anterior a la boda, se dedicaron a preparar paquetes de papel de metro y medio para poder meterlos en la cosechadora sin problemas. Trabajaron desde las 10 de la noche hasta las 3 de la mañana, asegurándose de que todo estuviera listo para el gran día.