"Uno para todos y todos para uno" gritaban los mosqueteros. El lema de la solidaridad, del cooperativismo, de la ayuda mutua, del hoy por ti y mañana por mí. Esfuerzo compartido. Eslabones de la misma cadena. Las cronos por equipos auscultan el estado de salud de los equipos, probablemente también su buena sintonía y los efectos de su coordinación y coreografía.
También radiografían los avances tecnológicos de las bicis aero, de las ruedas lenticulares, los monos que son piel sobre piel y los cascos marcianos que abundan últimamente en el ecosistema ciclista.
El debate de los diseños radicales, elevado a categoría con el prototipo del Visma, está sobre la mesa de la UCI, que estudia si va en contra de algunos de los artículos que definen las medidas y demás detalles y parámetros que tienen que tener los elementos que se emplean en las carreras.
La UCI dio el permiso para el empleo de ese casco, pero ante el revuelo causado dice ahora que ha de revisarlo. De momento, prohibirá el modelo que emplea Evenepoel y el que luce Roglic a partir del 2 de abril porque entiende que el calcetín que incorpora no es imprescindible y va en contra del reglamento.
La UCI prohíbe el uso de componentes ‘no esenciales’ que no sean exclusivamente para fines de vestimenta o seguridad. "Después de un minucioso proceso, se concluyó que el calcetín es un componente ‘no esencial’", dice el organismo rector del ciclismo.
Con el póster de los cascos estrafalarios del Visma de fondo, en la París-Niza se impuso el espíritu mosquetero del UAE y el poder de sus piernas para fijar a Brandon McNulty en el liderato tras la exhibición de la muchachada del equipo emiratí en la crono por equipos de 27 kilómetros en Auxerre. Pararon el crono en 31:23. A partir de ahí, contaron el tiempo a su favor.
Póker del UAE
El ejercicio bajo el yugo del reloj sirvió para fijar la foto de la cita francesa. Subrayó a McNulty, Joao Almeida, Finn Fisher-Black y Jay Vine. Pose fotogénica. El póker impulsado por una crono sin mácula en la que certificaron su aspecto intimidante.
En lo que va de curso, el UAE ha sumado 13 victorias con siete ciclistas distintos en todo tipo de carreras. Vuela alto el UAE, que no precisa de cascos de aspecto surrealista. Funcionó la cadena de montaje al milímetro y obtuvieron un buen manojo de segundos de renta. Les toca gestionar la renta en lo que queda de París-Niza.
El Soudal de Evenepoel y sus cascos que remiten a escenas del medievo perdió 22 segundos en la lucha por la Carrera del Sol. Contaba sólo el tiempo que registraba el primero de cada formación.
El belga masculló la derrota. Esa misma sensación abrazó a Egan Bernal y Carlos Rodríguez, que concedieron la misma desventaja respecto al UAE. Ion Izagirre, punta de lanza del Cofidis, el último relevista, contó un retraso de 39 segundos.
Pello Bilbao, líder del Bahrain, se movió en esos mismos términos. Concedió 42 segundos. La crono por equipos penalizó de mala manera a Primoz Roglic, que salió muy baqueteado del combate.
Encasquillado, el Bora no encontró su ritmo durante el recorrido. El castigo, mayúsculo, de 54 segundos, sitúa al esloveno con la necesidad de reponerse y remontar para combatir en las alturas.
Desde ese lugar el UAE festeja otro laurel con cuatro de sus mejores hombres. Situados en la atalaya del París-Niza observan la carrera mientras beben champagne y gritan su lema. La fiesta de los mosqueteros.
