Beso navideño

La imagen de Juan Carlos está últimamente asociada a los accidentes. Un día te lo encuentras con muletas y al otro con el ojo morado por un golpe inoportuno con una puerta. Cosas que pasan y que el resto de los mortales llevamos en la intimidad de nuestro barrio si más. Pero ahora resulta que han tomado su indumentaria de gala, esa que exhibe en las recepciones especiales, y se la han puesto en un videojuego al personaje llamado Magneto. Para quien no lo conozca, Magneto es un personaje de cómic. El jefe de unos mutantes malos malísimos que quieren conquistar el mundo y para impedirlo están los buenos (los X-men), con los que pelearán hasta las últimas consecuencias. No queda claro si el tema de vestir al malo con las galas de capitán general de todos los ejércitos de Juan Carlos sea pura cuestión estética o lleva algún significado oculto. El caso es que estas Navidades, uno de los regalos estrella puede tener al Monarca como uno de los mutantes más pérfidos del planeta en cada PSP.

Una toma de identidad parecida está ocurriendo en el mundo de la publicidad. Al parecer algo está cambiando cuando hay creativos que se atreven a utilizar a los dirigentes más conocidos para sus campañas de las grandes marcas. No hace mucho que la marca Benetton utilizó unos montajes con el beso de el Papa a un imán y de Obama con Hugo Chávez para hacer un llamamiento al amor. Todo una declaración de intenciones que a nada imaginación que se le eche puede cambiar el panorama estas Navidades. Qué mejor postal navideña de Unicef que la de Rajoy, el futuro presidente, dándose un beso apasionado con uno de los portavoces de ETA. Sin pañuelos ni interferencias, un beso en la boca a cara descubierta para esta Navidad.