pamplona. El Horno de la Ciudadela acoge, desde ayer y hasta el próximo 26 de enero, la instalación Ángel de fotomatón. De la identidad, realizada por el artista pamplonés Juan José Aquerreta, Premio Nacional de Artes Plásticas en 2001.

El proyecto está integrado por cuatro piezas: dos esculturas de yeso que representan dos cabezas humanas y dos óleos sobre tabla con dos rostros, uno de ellos el del propio Aquerreta. Con estas obras, el creador navarro ahonda en una de las temáticas capitales en el devenir artístico: el retrato y el autorretrato como signo de la identidad individual de cada ser humano.

La instalación fue presentada ayer por el propio artista, que estuvo acompañado por el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona, Fermín Alonso.

Según explicó Aquerreta, "esta exposición está centrada en el problema de la identidad de las personas, así como sobre su relación con la comunidad. Ésta es una sociedad muy individualista, en la que la persona, como ser esencial e integral, cuenta muy poco. Siempre te piden una etiqueta; de una comunidad ideológica, política o de una familia. De hecho, cuando se quiere descalificar a alguien se apunta eso de: 'Y usted quién es para decir esto'. Es decir, la identidad de la persona no cuenta nada, lo que cuenta es su situación frente a los medios de poder, las citadas comunidades ideológicas, políticas o religiosas". Una argumentación artística que Aquerreta desarrolla a través de sus propias experiencias. "En mi vida me ha tocado estar un poco separado de la comunidad y, en ocasiones, he tenido que defender mi salud ante situaciones de crisis depresivas, ya que uno, cuando está muy solo, se vuelve egocéntrico... Se piensa que el mundo está alrededor suya perdiendo la perspectiva de la comunidad, que es la otra parte esencial de la vida, aunque esto parezca contradictorio con lo dicho anteriormente. Una parte sin la cual no hay ninguna posibilidad de salud".

Todo un proceso vital que el artista navarro entronca y relaciona directamente con su fe religiosa. "Como creyente, creo que esa comunidad viene de Dios, por eso he colocado también las frases Que todos sean uno y Hago todo nuevo... Porque cada persona es una novedad absoluta para el universo".

Las dos piezas principales de la instalación, las cabezas de yeso, están colocadas en el centro del horno, "en tangencia con el círculo central para expresar la relación con los mensajeros de Dios, que llamamos ángeles, y que, al mismo tiempo, representan también el centro, la integridad de cada persona en su relación de semejanza con Dios. Y es que, de alguna manera, nosotros también somos mensajeros de Dios y, en este sentido, hermanos de los ángeles".

El título de la exposición, Ángel de fotomatón, nace, según el artista, de "las numerosas fotografías de carné de identidad que he hecho para luego pintar autorretratos... Es muy difícil hacer fotos que no reflejen un instante psicológico, por lo que tengo que hacer cientos de fotos hasta encontrar una equilibrada. Esto me da la idea de lo que es la tortura de la vida, lo dramático de la existencia. La figura del ángel, en relación con el fotomatón, sería la que permite esos instantes de equilibrio que representan la relación de la persona con la divinidad". Una relación que el creador representa "con la paz que puede surgir de esta relación".

Autorretrato La instalación incluye un autorretrato del artista, "que en este caso se muestra asustado, ya que pretendía recordar mi relación con el egocentrismo, no hacerme ver como si yo fuera el bueno, sino que mi relación con Dios está tensa porque soy una calamidad en muchos sentidos... Y el egocentrismo es uno de ellos, lo que me hace sentir la vida como drama. Por eso he colocado al lado la figura del ángel, que es completamente inventada, ya que todo lo que presento en esta instalación no nació con la intención de pintar ángeles... Simplemente estaba haciendo figuras genéricas, no sabía lo que eran, y ahora me he sacado de la manga lo de los ángeles porque tenía que hacer una exposición con estas cabezas; y como la vida de uno es muy rara, ahora cuadraba más la idea del ángel, aunque en origen estaba referida al deportista, que a su vez se relacionan, ya que el cuidado del cuerpo y del espíritu, en una misma persona, no se puede separar".