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Juan Echanove: "Sin los mayores, muchas familias no podrían salir adelante"

Juan Echanove: "Sin los mayores, muchas familias no podrían salir adelante"DAVID RUANO

Un señor maduro, triunfador y de vida acomodada quede un día para otro ve cómo todo su mundo se derrumba a causade un despido. Cómo nos suena todo esto.

?Sí, nos suena mucho, lamentablemente es bastante frecuente hoyen día. Y de algún modo este tipo de situaciones nos hacen reflexionarsobre las prioridades y los valores. Quizá durante un tiempohemos prestado demasiada atención a las cosas materiales y hemosdesatendido otros aspectos afectivos y eso es lo que viene areflejar la función.

Ninguno estamos a salvo de los efectos de estos tiempos rarosy difíciles.

?Efectivamente. De hecho, este contexto es el caldo de cultivodonde nace la necesidad de un hijo de recurrir a su madre paraque le saque del agujero de donde está. Al margen de esto, creoque la columna vertebral de la obra es el contraste de valoresque tienen una persona de 80 años y una de 50, y lo curioso quepuede resultar que, a lo mejor, la persona mayor tenga una visiónmucho más interesante del mundo y de las relaciones entre losseres humanos que una más joven. En ese sentido, Conversacionescon mamá es un complejo de muchas cosas en el que el sentidodel humor y la emoción fluyen perfectamente.

Es que el personaje de la madre sorprende a su hijo, al público...Quizá es que tendemos a ser prejuiciosos e incluso paternalistascon nuestros mayores.

?Así es. Una de las cosas más tontas que nos ocurre a los sereshumanos es que hasta que llegamos a la edad madura no nos damoscuenta de lo importante que es la experiencia. Y entonces quizáya es demasiado tarde. Parece ser ley de vida que los hijos novaloren la experiencia de los padres hasta que un día se dancuenta de que es una brújula para seguir funcionando.

¿Qué es lo que le llevó a dirigir esta historia que hace unosaños conocimos a través de una película argentina?

?Hay veces que, además de interpretar, sientes la necesidad dedar tu punto de vista. La historia me impactó y desde que leíla adaptación de Jordi Galcerán empecé a ver la función ya nosolo desde mi personaje, sino que pensé en el espacio, la luz,la atmósfera... Y entonces vi claro que lo mejor que podía hacerera dirigirla.

Cuando uno dirige y actúa es de suponer que debe contar con unbuen equipo que le sustente.

?Claro, es primordial contar con un equipo en el que confíasy que confía en ti. Si no, no puedes hacerlo. En este caso herepetido con las mismas personas con las que dirigí mi primerafunción, Visitando al señor Green, y no sabría trabajar sin ellos.Más allá de eso, dirigir me ofrece la posibilidad de ver un trabajosin mí dentro, porque, aunque en realidad sí que esté en el escenario,me obliga a ser muy crítico con todo y especialmente conmigomismo.

¿Tenía claro que quería que María Galiana fuera su madre en estemontaje?

?Sí. María y yo hacía tiempo que queríamos trabajar juntos yhace unos dos años tomamos la decisión de ponernos a buscar untexto. A mí me llegó esta función y desde el primer momento penséque era la ideal. Y ahí estamos, llevamos ya un año, y lo quenos queda, que es bastante todavía.

¿De dónde viene esa necesidad de compartir escenario?

?Somos amigos desde hace mucho tiempo y nos admiramos mutuamente.Compartimos muchas cosas, sobre todo una visión de la importanciaque tiene el teatro en nuestras vidas, de lo maravilloso quees hacerlo y de lo afortunados que somos por poderlo hacer.

La obra, como ya ha comentado, aborda varios temas, pero hayuno que destaca por encima de los demás, y es la importanciade cuidar a nuestros mayores y de reconocer lo que han hechodurante toda su vida.

?Totalmente. Es que hay que ser consciente de que a las personasque deberían estar en el último tramo de su vida disfrutandode todo lo conseguido y de tanto trabajo, penalidades y recelosacumulados hoy les estamos pidiendo que de nuevo vuelvan a echarsefamilias a la espalda y a tirar del carro. Y también desde elescenario queremos romper una lanza a favor de la importanciade este núcleo social que a veces se le ha llamado tercera edad,pero al que yo llamaría edad motora, porque sin ellos muchasfamilias ahora mismo no podrían salir adelante. Seguramente,sin este grupo social de los mayores la situación general porla que pasamos todos sería aun mucho peor.

En ese sentido, el teatro es un reflejo del tiempo en el quese desarrolla.

?El teatro siempre es un espejo de la sociedad y si pierde esacapacidad, pierde su esencia.

¿Qué vamos descubriendo de esta madre y de este hijo a lo largode estas conversaciones?

?Vamos descubriendo sus vidas, sus emociones, el amor profundoque se tienen y las esperanzas de dos personas tan unidas, peroa las que, en el fondo, también separan muchas cosas.

Se presenta como una comedia, pero mucha gente sale con la lágrimacolgando.

?Es que es una comedia romántica. En muchos momentos es muy,muy divertida, pero también hay otros muy emotivos. El entornofamiliar en el que se producen los reproches, las peleas, lasexplosiones de cariño entre la madre y el hijo es verdaderamentegracioso y a la vez tiene mucha capacidad para conmover.

¿Es conveniente mantener el humor aun en las situaciones difíciles?

?Claro, el humor es fundamental en la vida. Más allá de los físicos,hay dos sentidos básicos para vivir, que son el sentido comúny el sentido del humor.

En España ha habido grandes maestros de la ironía, el sarcasmoy el humor negro.

?En ese sentido, María y yo venimos de una escuela liderada,de alguna manera, por Rafael Azcona, persona con la que tuvimosla ocasión de trabajar mucho y que representa una rama de lacomedia que nos gusta cultivar.

¿Y se puede uno reír de cualquier cosa?

?No, porque si pudiéramos reírnos de cualquier cosa, caeríamosen la frivolidad, que es una actitud que lleva al descuido ya no valorar la importancia de determinadas cosas.

¿Le permite el teatro liberarse un poco de los rodajes de latelevisión?

?No especialmente. A mí me gusta hacer televisión tanto comohacer teatro, aunque sí que diría que el escenario tiene unacapacidad de vigorización que a lo mejor no tiene la tele, yte proporciona momentos y sensaciones que son irrepetibles encualquier otro ámbito.

¿Es necesario sentir ese vértigo del directo de vez en cuando?

?Para mí es imprescindible. Escuchar respirar al público es unasensación única. La presencia del público otorga al teatro muchascosas, pero una de ellas, quizá una de las más importantes, esla característica de lo irrepetible.

Y eso que al público cada vez le está costando más ir al teatroy a otros espectáculos en vivo por la subida del IVA.

?El altísimo tipo de IVA que tenemos en contraposición a otrospaíses de nuestro entorno es una equivocación política y losnúmeros se encargan de demostrar que no solo no se recauda más,sino que se recauda menos. Es un error de tal dimensión que loque uno no entiende es que no se haya corregido ya.

Lleva ya unos cuantos años en Cuéntame, menuda se ha montadoentre el público por la ruptura entre Antonio y Merche.

?Cuando yo hago Cuéntame me limito a interpretar mi papel, MiguelAlcántara. Y distingo mucho la ficción de la realidad. Hay genteque se cree las series, yo no. En parte comprendo que a la gentese le hayan roto algunos esquemas cuando pasa esto en una familiaque se ha convertido en un icono de la familia media española,y eso que no hay que olvidar que todos conocemos entornos enlos que se han producido este tipo de situaciones. De todos modos,creo que se remuevan un poco los pilares de lo instituido tambiénes bueno para la serie.

¿Cómo lleva esto de ser casi un miembro de la familia a travésde un personaje televisivo?

?Es algo maravilloso, aunque también es muy abrasivo. Que hayapersonas que te reconozcan como alguien muy cercano y que, sinembargo, tú no sepas nada de ellas es una deficiencia en la relacióntan grande que te deja expuesto y totalmente desarmado ante laopinión de alguien para quien eres absolutamente familiar. Esoes verdaderamente increíble.