Sandra Iraizoz plasma una historia de superación en su libro ‘En un segundo tu vida cambia’

Nacido de la necesidad de compartir la soledad de vivir en un país lejano y de concienciar sobre la violencia de género que sufrió, la obra trata aspectos cotidianos de la vida, malas experiencias, acontecimientos que marcan y problemas que surgen y que parecen imposibles de solventar. “Se trata de un canto a la vida, de cómo somos dueños de nuestra propia vida y de que debemos ser conscientes de ello si queremos mejorarla”, dice la autora, que en una misma semana sufrió la muerte de su padre y el abandono de su marido, “los dos pilares” de su vida, cuya pérdida le hizo pensar en el suicidio. Un mes después le surgió un trabajo en el Amazonas brasileño y se fue hasta allí, aunque diversos problemas con la justicia le hicieron regresar meses después.

En un segundo tu vida cambia recoge estas emociones, huidas y regresos en una historia de ficción basada en hechos reales que transcurre entre Eltzaburu, pequeño pueblo del norte de Navarra, y Cruzeiro do Sul, ciudad del Amazonas. La protagonista es Ana, joven soñadora y luchadora a la que la vida golpea repetidamente en poco tiempo, pero que decide salir adelante. “Ella es la suma de cientos de historias que suceden en el día a día a muchas personas”, explica Iraizoz, que con este trabajo quiere dar “apoyo” a quienes pasan situaciones similares, “consuelo” a quien ya las han pasado, y ayuda a que “abran los ojos” quienes aun no se dan cuenta de su situación, dice, y subraya que, “cuando las desgracias llegan a tu vida y no ves la salida, siempre hay algo a lo que agarrarse y por lo que merece la pena seguir luchando”. En palabras de la autora, “por desgracia, cada vez hay más violencia de género”, por lo que el libro es “muy relevante”. Además, también plasma cuestiones actuales como la crisis económica, la pérdida del empleo o los chantajes a los que hay que acceder para no perderlo.

trayectoria Sandra Iraizoz estudió Comunicación Audiovisual y, después de trabajar en varias televisiones locales y proyectos cinematográficos, creó su propia empresa de diseño y publicidad. En el mismo año en que decidió casarse, a su padre le diagnosticaron un tumor cerebral, por lo que aparcó su carrera y se centró en cuidarle hasta que falleció. La misma semana del deceso, su marido la dejó. Un mes más tarde le surgió una oportunidad laboral en el Amazonas y decidió vender todas sus pertenencias y marcharse. Pero no salió bien y tuvo que volver a los pocos meses. Todas estas experiencias las recoge en su primer libro. - Efe