pamplona es una ciudad con rincones mágicos, algunos misteriosos incluso. También los hay curiosos, pintorescos, populares e históricos. Pero seguro que a casi nadie se le ha ocurrido buscar letras en paredes, monumentos, sombras, telas, carteles informativos, parques, ríos... Lo han hecho Clemente Bernad y Carolina Martínez, o, lo que es lo mismo, Alkibla Editorial, que mañana pondrá a la venta en su puesto del Âme & Art Market de Baluarte un pequeño alfabeto desplegable de Pamplona con el que se puede jugar a adivinar 27 lugares de la ciudad a partir de imágenes que parecen letras o directamente de letras que han encontrado en distintos espacios.

Al igual que han hecho con otras de sus publicaciones, casos de Imagina cuántas palabras o la colección Te cuento, con la que dan otra vuelta de tuerca a los cuentos clásicos, con este alfabeto juegan a vincular palabras e imágenes o viceversa. “Lo planteamos como un juego, la gente puede desplegarlo por un lado y jugar a adivinar qué letra encierra una foto y a partir de ella saber a qué sitio de Pamplona se refiere o hacerlo al revés, yendo de la imagen a la letra”, explica Martínez. Y Bernad añade que, aunque había lugares, objetos y tradiciones que inevitablemente tenían que salir, “en general hemos intentado no caer excesivamente en los tópicos”. Por ejemplo, que nadie piense que con la e va a encontrar encierro ni tras la s van a esperarle los Sanfermines. Pero sí que están la Plaza del Castillo, las pasarelas del Arga, un kiliki, San Cernin, el Camino de Santiago, el Monumento al Encierro o las villavesas, aunque no siempre detrás de los signos aparentemente más lógicos.

“Hay algunas letras que han tenido mucha competencia y para otras hemos tenido que buscar mucho”, dice la editora, que cuenta que visitaron muchos espacios para encontrarlas y algunas las atrapó Bernad con su cámara en el detalle o el punto de vista. “Seguro que nos hubiera resultado más fácil hacerlo con dibujos, pero siempre intentamos ligar el lenguaje de la fotografía con el de las palabras”, apunta. Y añade que en el alfabeto también hay varios guiños humorísticos a usos propios de los pamploneses. Por ejemplo, curasán, “ese desayuno tan de aquí”, bromean.

El euskera y el castellano están “equilibrados” en este objeto pequeño, “muy manejable” en el que ambos idiomas están integrados en un solo recorrido alfabético. “Le dimos muchas vueltas al tema del formato y al final pensamos en que este era bonito y práctico tanto para la gente de aquí como para cualquier turista que quiera llevarse un recuerdo diferente de Pamplona”, indica el fotógrafo. De momento, han editado 750 ejemplares, a un precio de 5 euros cada uno y después de mañana podrá encontrarse también en puntos turísticos y en www.alkibla.com.