El arte tiene esa capacidad de representar la cotidianidad de un modo determinante y explícito, de mostrar la belleza de un lugar o ser vorazmente crítico. Es este último aspecto el que guía la paleta de Ramón Esono Ebalé, un artista ecuatoguineano que ha sido capaz de ofrecer una mirada ácida en un país -el suyo de origen- donde nadie quería ver. Lo hace a través de un análisis ilustrado de alto voltaje en el que propone una reflexión post-colonial a la vez que avanza en posibles futuros para su país. Esta propuesta, bajo el nombre de Saberse un loco, se puede visitar en el Pabellón de Mixtos de la Ciudadela hasta el próximo 12 de enero, y está enmarcada en el programa de sensibilización África Imprescindible.

“Guinea Ecuatorial es un país muy poco conocido, prácticamente nada, y cuando los medios hablan sobre él es solamente para hablar de la dictadura o del petróleo, e inevitablemente la rabia a veces inspira mi trabajo”, lamenta Esono, quien ofrece a través de su trabajo la oportunidad de observar la crudeza de lo real de un modo sarcástico e ilusionario, pero también innegable y definitivo. En blanco y negro o en color, sus viñetas recorren desde las necesidades de educación hasta la prostitución, la falta de libertad de expresión o la existencia de tortura y represión, sin ahorrar en nombres de políticos conocidos internacionalmente.

Aunque su obra es “abierta e inclusiva” y “conecta con las realidades de otros países africanos”, el artista plasma en cada pieza que realiza sus ideas, unas ideas que defenderá “hasta la muerte”. Lo afirma con convicción, y no es para menos, ya que además de dedicarse a su profesión artística, Esono es también activista, una faceta que le ha traído “más disgustos que alegrías”, según bromea, y que le mantuvo encarcelado en el centro penitenciario Black Beach de Malabo durante casi seis meses. Allí realizó una serie que recibe el título de Cartones desde #BlackBeach y que muestra diferentes dibujos sobre cartón que se pueden visitar en la exposición, con la intención de mantenerse en contacto con su familia.

Viñetas reales, irreales y locas

Un presidente desendiosado, un avatar muerto o una violación

Haciendo un recorrido por la sala, el visitante observa viñetas llenas de mujeres, hombres y también niños, algunos reales y otros más irreales. “Reconozco que mis dibujos son un poco locos, pero es así porque mi forma de ver la realidad es una y la tuya será, seguramente, diferente; así que, ¿por qué voy a plasmar la realidad tal y como es si puedo jugar con ella y darle un toque diferente, mi toque?”, apunta Esono. Así, el artista se permite “desendiosar al presidente” de Guinea Ecuatorial en el cómica La pesadilla de Obi o mostrar el miedo de la población ecuatoguineana por mostrar su opinión públicamente, esto último en la serie Bozales. Sobre la primera mencionada, afirma: “Es uno de los trabajos que me condujeron a la cárcel porque en él humanizamos al presidente, le quitamos esa categoría de Dios e intocable”.

Sus propuestas visuales descaradas muestran también escenas de sexo, ciencia ficción o universos paralelos con mucha crítica social. Como la serie Mi Avatar, en la que el artista se convierte en un avatar que vive feliz en un mundo paralelo, al cual acuden unos humanos y llevan unos “deshechos humanos”, tales como algunos dictadores de los que se quieren deshacer. “Mi avatar acaba muerto, por supuesto, por no aceptar la presencia de esos dictadores en su mundo; no es muy diferente del mundo real”, observa Esono, quien a través de su arte se convierte en un creador que se atreve a querer, a creer, a buscar, pero también a producir indignación, asombro o enfado. “En definitiva, se trata de producir emociones, de hacer reaccionar”, añade.

“Durísima” es la serie, también incluida dentro de la exposición, El sueño CMYK de una prostituta. El artista cuenta que se basó en una historia “terrible” a la par que real para su creación. “Un día, fui al bar en el que trabajaba y un amigo mío me contó que habían encontrado a una niña, que no tendrá más de 12 años, muy asustada, la cual había sido violada”, dice, y continúa: “Resulta que la había traído una mujer consigo para evitar la presión que hay por tener en regla la documentación; si la piden, muchas personas entregan a estas niñas para que puedan ser violadas y así no les echan del país, les dejan permanecer durante un tiempo más”.

Es por todas estas realidades por las que el dibujante y activista pretende, a través de su arte, “cambiar la realidad” de Guinea Ecuatorial. Un país que, según afirma, “no quiere ser únicamente receptor de ayudas” sino que, además, “tiene mucho que aportar”. “Queremos crear lazos de cooperación con otros países porque tenemos muchas propuestas interesantes que esperemos que algún día sean escuchadas”, manifiesta con el propósito de que el país prospere. “Algo que se puede lograr gracias al arte, a la cultura y, sobre todo, la educación”.

‘África Imprescindible’

Desmontar los estereotipos y buscar una cooperación

Esta muestra está inscrita dentro del programa África Imprescindible, una iniciativa que cumple su 18ª edición y busca desmontar los estereotipos sobre el África Subsahariana y recordar que es necesaria una cooperación en términos de equidad y apoyo mutuo, ofreciendo especial protagonismo a las mujeres. “El arte es fundamental para lograr estos objetivos, al tratarse de una herramienta de crítica y de transformación social, que con la obra de artistas como Esono nos acerca a una mirada activista sobre una de las poblaciones más vulnerables, tal y como es la de las hermanas africanas, destaca la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona, Maider Beloki. Por su parte, la concejala de Acción Social, Esther Cremaes, apunta que el Consistorio está empleando el 0,76% de su presupuesto en cooperación al desarrollo y espera que en 2021 se llegue a aportar el 0,8% del presupuesto total.

Proyecciones y debates. El programa África Imprescindible se completa con otras actividades. En cuanto a las proyecciones y debates, hoy se podría visualizar Atletu (El Atleta), de Davy Frankel y Rasselas Lakew; el día 16 será el turno de O comboio de sal e açucar (El tren de sal y azúcar), de Lizinio Azevedo; el día 23 se visualizará Vaya, de Akin Omotoso; y el 30 será el turno de Wallay, de Berni Goldblat. Todas las proyecciones tendrán lugar en la Filmoteca de Navarra a las 20.00 horas (entradas por 3 euros).

Coloquio sobre dos libros. Para los integrantes del club de lectura de Civican, el día 13 se comentará Emakume oinutsa, de Scholastique Mukasonga, y el día 20 se analizará Mañana cumpliré 20 años, de Alain Mabanckou.

Taller educativo. Los días 15 y 16, en el Colegio Claret Larraona, tendrá lugar el taller educativo El viaje de Ilombe, donde se leerá el cuento infantil y se representará.

Mercado africano. Por otro lado, el día 17 la antigua estación de autobuses acogerá un mercado africano, entre las 11.00 y las 20.00 horas, donde habrá puestos de tejidos africanos, bisutería, alimentación, música? Realizados por personas de las comunidades africanas en Navarra, con venta al público. La entrada es libre.