madrid - El Museo Nacional del Prado, que en sus dos siglos de historia se ha convertido en una de las pinacotecas más importantes, reconocidas y visitadas del mundo, fue galardonado ayer con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2019.

La ejemplaridad de su contribución al “desarrollo humanístico de la sociedad pasada, presente y futura” ha sido destacada por el jurado que ayer hizo público su fallo en Oviedo. Dicho jurado, presidido por el filólogo Víctor García de la Concha, reconoció también la “labor de conservación y divulgación” que ha hecho de “uno de los más ricos patrimonios artísticos del mundo”, que cada año es visitado por unos tres millones de personas.

Fue Fernando VII quien ordenó en 1818 la reconstrucción del edificio que Villanueva había proyectado como Gabinete de Ciencias Naturales y el que, a instancias de su esposa, María Isabel de Braganza, tomó la decisión de crear en él el Real Museo de Pinturas y Esculturas. En 1840 fue calificado ya como una de las mejores pinacotecas de Europa, tras haber enriquecido sus fondos con obras de las escuelas de pintura alemana, francesa o italiana y de haber colgado de sus paredes obras procedentes de los palacios reales de Madrid, El Escorial o Aranjuez. Tras sucesivas ampliaciones, en 2007 se culminó la reforma más ambiciosa, y también polémica, realizada por el arquitecto navarro Rafael Moneo, que incorporó al edificio original el claustro y atrio de los Jerónimos, espacio que se ha completado con el Casón del Buen Retiro y el Salón de los Reinos que albergó el Museo del Ejército.

La candidatura del Prado, propuesta conjuntamente por Mario Vargas Llosa y Antonio Muñoz Molina, fue una de las 29 de 14 nacionalidades que optaban a este galardón. El Premio de Comunicación y Humanidades, al igual que el resto de los que concede anualmente la Fundación Princesa de Asturias, está dotado con 50.000 euros y una escultura diseñada por Joan Miró.

Reacciones El Prado agradeció al jurado, en un comunicado, “la deferencia” de haber optado por su candidatura “entre tantas posibilidades tan valiosas” y, asimismo, considera a todos los nominados “merecedores de una alta estima por sus valores y proyectos. El Prado es historia pero también porvenir, fuente de conocimiento y formación en valores humanísticos para los más jóvenes”, resaltó el centro. Asimismo, el Prado destacó que la pinacoteca es “de todos y para todos” y “sobre todo” es un museo que “une” y “hermana”. Entre otras felicitaciones, el museo recibió ayer las de su ex director Miguel Zugaza o la del director del Thyseen, Guillermo Solana. Su director, Miguel Falomir, afirmó que es un “magnífico regalo de cumpleaños”. - Efe/E.P.

el prado, en datos

200 años. El Museo del Prado se abrió el 19 de noviembre de 1819 bajo el reinado de Fernando VII como Museo Real con las colecciones de la Corona. A ellas se unieron en 1872 las del Museo Nacional de la Trinidad, con fondos de la desamortización.

Evacuación en la Guerra Civil.

En 1936 el Gobierno republicano decidió sacar de El Prado el grueso de las obras que albergaba: las obras se evacuaron desde Madrid a Valencia, y más tarde a Barcelona y Ampurdán, para llegar finalmente a Ginebra. Tras el fin de la guerra, las obras de arte comenzaron a volver a España en mayo.

Sus fondos. El Prado posee unas 7.600 pinturas, 1.000 esculturas, 4.800 estampas y 8.200 dibujos, además de un gran número de objetos de arte decorativos y documentos históricos.

De todo ello, exhibe en su sede algo menos de 1.000 obras y unas 3.100 se encuentran en otros museos e instituciones, y el resto se conservan en sus almacenes.

Sus joyas. El jardín de las Delicias, de El Bosco; El caballero con la mano en el pecho, de El Greco; El tránsito de la Virgen, de Mantegna; La Sagrada Familia, de Rafael; Carlos V a caballo en Mühlberg, de Tiziano; El Lavatorio, de Tintoretto; el Autorretrato, de Durero; Las Meninas, de Velázquez; Las tres Gracias, de Rubens o La familia de Carlos IV, de Goya, son algunas de las joyas.

Grandes exposiciones. La primera gran exposición del Prado fue la que dedicó en 1902 a El Greco. Desde entonces, destacan la organizada en 1990 sobre Diego Velázquez; la de Goya de 1996; las de Tiziano y Vermeer en 2003; la de Manet en 2004; Picasso en 2006; Sorolla en 2009; o Renoir en 2010. Pero la más visitada de su historia ha sido la de El Bosco, con casi 600.000 visitantes.