pamplona - Café La Tranquilidad, avenida del Paralelo, Barcelona, años 20 del siglo pasado. Un mendigo se acerca a una mesa y pide una moneda a un hombre. El tipo en cuestión se llama Buenventura Durruti. Este saca una pistola de su chaqueta, se la pone en la mano al vagabundo y le dice: “Ve a un banco y coge lo que necesites. Es tuyo”. Comienza la música. Así arranca este montaje producido por el Teatro Español, con producción en gira del Teatro del Barrio. Un relato que retrocederá al último tercio del siglo XIX, a la creación del movimiento obrero, e irá avanzando, a través de las luchas en el campo y en la ciudad? Y todo en un formato de comedia musical. Alberto San Juan (Madrid, 1968), autor y director, que también da vida a unos cuantos personajes, comparte sus reflexiones sobre el texto y sobre el momento actual de la política española y del movimiento obrero.

¿Cómo tiene el cuerpo, el alma, el ánimo después de conocer los resultados de las elecciones generales del pasado domingo 28 de abril?

-Siento un enorme alivio por el hecho de que las tres derechas no sumen para gobernar y queden tan lejos de la mayoría absoluta. Eso significa que, de momento, se frena el severo retroceso en derechos democráticos y sociales que hubiéramos sufrido en esta legislatura si hubieran ganado. Y, después del alivio, una inquietud: va a gobernar el PSOE. Y el PSOE, desde Felipe González, teniendo, evidentemente, mayor sensibilidad social y democrática que el PP (hoy fragmentado en PP, Cs y Vox), es un partido neoliberal. Es decir, en última instancia subordina los derechos humanos al derecho de acumulación de beneficios de las grandes empresas. Por eso no pone límite al precio de los alquileres, por eso no deroga la reforma laboral, por eso no blinda constitucionalmente el estado del bienestar. Pero, finalmente, la energía popular del 15-M sigue viva y eso es lo más importante. Creo que en los próximos tiempos veremos movilizaciones muy importantes por el derecho a la vivienda, al trabajo digno y a la participación democrática.

¿Qué podemos o debemos hacer las y los ciudadanos/as que rechazamos y luchamos contra los autoritarismos, cómo seguir peleando en este nuevo panorama?

-Autoorganizarnos al margen de los partidos políticos. En colectivos en defensa de nuestros derechos básicos y por la transformación cultural para poner el bien común en el centro de todo. Y, además, en mi opinión, apoyar a Unidas Podemos, que es la opción electoral de mayor dimensión que defiende esos derechos.

¿Había mucha gente escondida en partidos supuestamente democráticos y ahora ha sacado la cabeza y el cuerpo entero sin complejos? ¿De dónde sale?

-La Transición no enterró el franquismo. Quiso olvidarlo y lo que consiguió es construir una cultura democrática débil, cuyo fruto natural, hoy, es Vox.

¿Por qué la sociedad española (y la mundial, visto Trump y otros dirigentes) ha normalizado tan pronto las barbaridades que dicen personajes como Abascal? ¿Por qué no generan escándalo, rechazo e incluso medidas legales?

-Porque la llamada democracia de mercado y social ha demostrado ser una ficción. No era tan democrática ni tan social, pero era mucho más de mercado de lo que parecía. Y nos convirtió en mercancías. Eso enfada mucho y del enfado salen esas barbaridades de las que hablas.

¿Ha sido el procés la gran cortina de humo para que no se hable de corrupción política, policial, empresarial, etcétera?

-Absolutamente. El procés no ha creado el neofranquismo ultraneoliberal que hoy define en gran parte a la derecha española, pero ha sido la excusa necesaria para ponerlo en pie. Y más allá, ha sido la excusa del Estado para intentar extinguir la revuelta social del 15-M. Pero no lo van a conseguir.

Visto lo enrarecido que está el ambiente social, político y laboral en los últimos años en España, ¿alguna vez ha pensado en trasladarse a otro país?

-En absoluto. Amo España.

¿En qué medida le ha afectado laboralmente su posicionamiento social y político?

-Que yo sepa, en ninguna.

¿El Teatro del Barrio nació para ser agente político desde el ámbito cultural? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Qué lugar ocupa la fiesta, la celebración, en los proyectos que hacen?

-Un teatro es siempre en lugar político. Un lugar donde los habitantes de la ciudad se reúnen para reflexionar sobre su convivencia, de forma profunda y, a la vez, lúdica. El Teatro del Barrio lo hace de forma muy explícita. La fiesta y la política.

En Mundo Obrero aparecen personajes históricos, pero en lugar de centrarse en personajes conocidos de la lucha -y contralucha- social y laboral, algunos de los cuales también aparecen, en su texto optó por centrar el protagonismo en la gente anónima. ¿Por qué?

-Creo que el progreso de la humanidad es en pos de sí misma, su felicidad, que no es el progreso material, ha sido históricamente fruto de movilizaciones populares masivas. La Declaración Universal de los Derechos Humanos es fruto de un gran movimiento colectivo. Todos los derechos sociales, económicos, políticos lo son. Pero muchas veces se cuentan como resultado de grandes acuerdos entre grandes hombres, y solamente hombres, de Estado. Yo creo que esos grandes hombres lo que han acordado históricamente ha sido precisamente poner límite al avance democrático puesto en marcha por los movimientos colectivos. De esta idea nace mi decisión.

¿A quién interpretas Alberto San Juan en su propia obra y cómo ha sido la experiencia?

-A muchos personajes anónimos y a otros conocidos, como Primo de Rivera o Seisdedos, el campesino de Casas Viejas. La experiencia está siendo maravillosa, como siempre qu he hecho teatro.

La obra habla de una pareja que reiteradamente lucha por sus derechos, pero sobre todo por amarse libremente. ¿En quiénes se inspiró para crear a esta mujer y a este hombre?

-En la experiencia vivida o imaginada. En nadie y en muchas, a la vez.

¿Qué lugar ocupa el público en la representación?

-Es el interlocutor directo. Ocasionalmente, incluso interviene.

La migración del campo a las ciudades, la guerra, la dictadura, la democracia, las reconversiones, las crisis económicas... ¿En qué punto está ahora la lucha obrera, cuáles son los principales desafíos?

-Terminar con el capitalismo. Con la idea de que a través de la acumulación material en competencia con el prójimo podemos conseguir algo que tenga sentido para nuestra felicidad.

¿Cuál ha sido el papel del músico y compositor Santiago Auserón en el montaje?

-Ha compuesto siete canciones originales que interpretamos en directo. Santiago es un artista inmenso y un amor de tipo.

“El PSOE subordina los derechos humanos a los derechos de acumulación de beneficios de las empresas”

“La Transición no enterró el franquismo, solo lo olvidó, creando una democracia débil cuyo fruto natural es VOX”

La obra. ‘Mundo obrero’.

Función. Mañana, 3 de mayo, a las 20.00 horas. Las entradas cuestan 18, 14 y 8 euros.

Autor y director. Alberto San Juan.

Intérpretes. Luis Bermejo, Lola Botello, Pilar Gómez, Alberto San Juan.

Música. Santiago Auserón.

“el teatro es uno de los lugares donde se cambia el mundo” Lo declaró Alberto San Juan en mundoobrero.es.