El riesgo y la incertidumbre protagonizan el IV Taller de Cine para Jóvenes en Súper 8 mm organizado por la Filmoteca de Navarra.

El director navarro Julio Mazarico es el responsable de impartir esta dinámica, en la que participan 15 alumnos, de entre 12 y 15 años.

El cineasta señala que “las nuevas generaciones no están acostumbradas a este formato, ni a la responsabilidad que conlleva utilizarlo”. “Nunca sabes lo que va a pasar después. Es esa sorpresa constante la que nos acompañará durante el rodaje”. Asimismo, los alumnos aprenderán tácticas de gestión de proyectos. “Es esencial que puedan ajustar los tiempos al máximo, pues la incertidumbre del formato les obliga a ello”, añade. “En ese sentido les veo muy motivados porque cada uno de ellos viene a desarrollar su propia historia pensada de antemano”, comenta el cineasta.

Por otra parte, se hará una grabación en digital en paralelo que permitirá a los jóvenes comparar ambos formatos y comprender la preparación extra que supone grabar con cámaras analógicas. “El taller cuenta con un pequeño foco teórico integrado por visionados en los que los alumnos podrán conocer a referentes como Buster Keaton y Jonas Mekas”, explica Mazarico.

El taller, cuya duración es de 22 horas, busca desarrollar la narrativa visual en los jóvenes y está dividido en tres módulos: la preparación del guion, la filmación y el montaje o postproducción, que dará fin al taller mañana.

Este año, a diferencia de las ediciones anteriores, los alumnos han elaborado siete capítulos, que juntos responden a una narrativa troncal, coordinada por Mazarico. El cineasta destaca que “la estructura seriada se debe a la creciente moda entre los jóvenes de consumir más series que películas o productos independientes”.

La trama central, que fusiona el género policiaco y la fantasía, tiene como protagonista a una súper heroína que empieza a trabajar en la Filmoteca y que, a modo de detective, va descubriendo los misterios que el lugar oculta.

La actriz Itsaso Echeverría Monreal confiesa que “la sensación es como estar en una grabación profesional, pues cada toma vale oro y, en este caso, es irrepetible.” Asimismo, destaca la gran imaginación de los alumnos. “Es evidente que aun no han sido moldeados por imposiciones sociales que los hacen reprimir sus instintos creativos”.

Este lunes y martes los jóvenes escribieron el guion en parejas y ayer tuvo lugar la primera sesión de rodaje, en la que cada alumno tuvo la oportunidad de ser director, cámara, e incluso de figurar como extras. Alejandro Peña Gorbe, uno de los participantes, señala que “la tensión es constante al grabar con este formato. No sabes el resultado final hasta que revelas el rollo”. “Tenemos tres minutos para contar una historia, por ello es muy importante saber cuánto hemos gastado”, añade haciendo alusión a una anécdota que ocurrió esa mañana durante el rodaje: “Llevábamos dos minutos grabando cuando nos dimos cuenta de que el rollo estaba mal puesto. Es aquí cuando comprendes que cada plano vale oro, y que cuanto más preparado lleves el storyboard, más productivo será el rodaje”. “Escribir el guion entre todos ha sido lo que más me ha gustado; salían muchas ideas a lo loco que luego logramos hilar entre todos”, añade entre risas.

La grabación de ayer tuvo lugar en los alrededores de la Filmoteca y hoy jueves se trasladará a la propia sala de conservación, que cuenta con un almacén de rollos de película “que los alumnos podrán filmar, en una especie de metacine”, comenta Mazarico.

El Súper 8

¿En extinción?

“El Súper 8 es un formato que murió hace casi 20 años. Tal fue el caso que era imposible revelar en España y había que hacerlo en Suiza. Incluso comprar cartuchos fuera se volvió una hazaña casi imposible”, explicó el cineasta. No obstante, señaló que “estamos siendo testigos de la resurrección del formato, que está siendo utilizado en proyectos de tipo académico y artístico/experimental”. Asimismo, destaca la labor de recuperación realizada por la Filmoteca, que rescató del abandono las cámaras utilizadas en el taller.

Mazarico se posiciona a favor del formato, cuya “potencia expresiva y de textura no se consigue con una cámara digital”, explica. “El Súper 8 es muy querido por aquellos cineastas con una visión narrativa más artística y cercana a lo experimental. De ese mundillo vemos que se están haciendo cosas interesantes, tal y como ha sucedido con el Festival Punto de Vista”, destaca. Asimismo, hace hincapié en la nueva cámara de Kodak, con un visor electrónico incorporado, que espera que los jóvenes puedan explorar en futuros talleres.