El Guggenheim Bilbao inauguró ayer una exposición de William Kentridge en la que el artista sudafricano homenajea al mago del cine George Méliès, quien fue pionero en el uso de técnicas como el movimiento inverso, la animación, el corte y el fundido. La exposición consta de tres obras audiovisuales que se proyectan en nueve pantallas, en las que el autor evoca la obra del francés, como su histórica película Viaje a la luna (1902), y se autorretrata de forma “onírica” trabajando en su estudio con sus dibujos animados.