- El sector de la música en vivo prevé en Navarra pérdidas superiores a los seis millones de euros si el parón provocado por la crisis del coronavirus se alarga hasta final de año. Así se desprende de la radiografía obtenida a través del muestreo realizado entre una veintena de entidades del mencionado ámbito, y hecho público por la Coral de Cámara de Pamplona.

Junto a ella, han participado en este estudio de compilación de datos entidades o asociaciones como la Coral de Cámara de Navarra, la Asociación SantasPascuas, Ópera de Cámara de Navarra (OCN), Asociación Gayarre Amigos de la Ópera (AGAO), el festival Flamenco On Fire, el colectivo de txistularis, La Pamplonesa, la Federación de Coros o la Capilla de Música de la Catedral, entre otras. Según reflejan las cifras, los presupuestos afectados en el periodo de marzo a junio ascienden a la cifra de 1.500.000 euros. "Esa es la cantidad de dinero que todas estas entidades tenemos comprometido en ese periodo de tiempo; no todo ese presupuesto es una subvención, claro, son actuaciones, cachés, entradas... Esa cifra refleja todo ese dinero que está ahora comprometido y que no se va a percibir, o no sabemos cuándo se va a percibir...", explica el gerente de la Coral de Cámara de Pamplona, David Echeverría. Extrapolando esas pérdidas a final de año, sale la cifra de 6 millones de euros, "que es a lo que podríamos llegar si esto se alarga tanto, aunque será una cifra bastante mayor que esa, porque en el cálculo no se ha tenido en cuenta a todas las entidades, ya que no todas nos han facilitado datos, y hay festivales que se celebran en el último trimestre del año y que todavía no han hecho esas estimaciones", apunta Echeverría aludiendo a casos concretos como el del festival Flamenco On Fire, que se celebraría a finales de agosto. "El festival total supone 750.000 euros. Y claro, el mes que viene los promotores del Flamenco On Fire tienen que hacer toda la contratación del festival, pero no saben si podrán celebrarlo, con lo cual, ¿qué hacen, meterse en 750.000 euros que a lo mejor luego tienen que cancelar? Esa es la incertidumbre en la que se mueven muchas de estas entidades", reflexiona.

En cuanto a actividades canceladas, en el periodo que comprende de marzo a junio, se calculan 77 conciertos, 40 conferencias/cursos, 2 ciclos y 4 funciones de ópera y zarzuela.

Además, el muestreo refleja los puestos de trabajo afectados por este parón provocado por la crisis del COVID-19: 116 puestos de trabajo fijos -la estructura de las entidades- que se ven afectados en el periodo de tiempo de marzo a junio; y 557 puestos de trabajo auxiliares, es decir, "toda la gente que contratamos para realizar las producciones, como técnicos, montadores, músicos, grupos, etcétera", apunta el gerente de la Coral de Cámara de Pamplona.

Los públicos afectados por este parón de actividad musical, en el mismo periodo de marzo a junio, ascienden a un total de 51.300 personas, que llegarían a la cifra de 210.000 personas si esto se alarga hasta final de año. Y el retorno de subvenciones a las distintas administraciones que se ve afectado se fija en un 38,19%.

La mayor preocupación de las entidades del ámbito cultural, y en concreto del musical, según ha podido comprobar David Echeverría al recabar los datos para componer la radiografía de este impacto, es "la incertidumbre". "Porque no sabemos cuánto va a durar esto, y lo que nos tememos todos es que vamos a ser los últimos en incorporarnos al mercado laboral. ¿Cuándo se va a poder volver a hacer un concierto en vivo? ¿Cuándo podremos juntar a mil personas en un auditorio, o a 500 en un mismo local? Nos tememos que esto vaya para largo, y el problema de todas estas entidades es que su estructura la mantienen los conciertos y eventos que hacemos, donde podemos recabar ingresos a través de cachés, de entradas de venta directa... Y esas estructuras están en peligro; si no hay ingresos porque no puede haber actividad, no se pueden sustentar", advierte el gerente de la Coral de Cámara de Pamplona.

Ese es el miedo que desde el sector cultural se está transmitiendo a los gobiernos, sobre todo después de las declaraciones demoledoras y lamentables del ministro de Cultura, en las que dijo que no iba a haber ninguna medida para el sector cultural. "Estamos viendo que cada comunidad autónoma está lanzando sus propias vías y sus propias ayudas al sector cultural, como han hecho en otros países como Alemania o Francia, y es lo que reclamamos, que no se olvide a la cultura, porque es una industria, un motor; es la cuarta industria de España y una parte importante dentro del PIB", destaca David Echeverría, quien apunta que, además, "estamos viendo que en estos días de confinamiento la cultura nos está sirviendo de mucho. No hay más que ver la cantidad de gente que está tocando música en los balcones, en las casas se leen muchos libros, se ven muchas películas... La cultura es indispensable y no queremos que los gobiernos se olviden de eso".

En Navarra, hace dos semanas se mantuvo la primera reunión entre representantes del sector cultural y Gobierno foral -sección de Hacienda y Cultura- para valorar las medidas lanzadas desde el Gobierno central y hechas extensibles a cultura, y este jueves día 16 tendrá lugar una segunda reunión telemática con representantes de artistas, asociaciones culturales, servicios auxiliares, productoras y distribuidoras.

"Este jueves seguiremos valorando qué líneas y medidas nos sirven, porque algunas de las que se hicieron extensibles a cultura desde el Gobierno central no son realistas ni eficaces para el tejido asociativo cultural, como por ejemplo la realización de un ERTE, porque si vamos por proyectos y trabajamos mayoritariamente por proyectos hechos... Todo eso hay que valorarlo y tenerlo en cuenta", añade el gerente de la coral. "El Gobierno de Navarra está detrás de ello, pero nosotros le pedimos celeridad; esto no puede diluirse más en el tiempo. A la gente que trabaja en y por la cultura hay que darle confianza y capacidad para ver qué puede hacer con sus proyectos", afirma.

"Nosotros lo que queremos es que vean que tenemos esa preocupación y que la sociedad tenga la visión de que la industria cultural no es algo que si no está no pasa nada. Claro que pasa, pasan muchas cosas. Esperamos que los gobiernos estén a la altura, y así como se está haciendo con el resto de actividades industriales, agrarias... que la cultura no se quede atrás. Porque siempre que ha habido recortes han ido a cultura o a educación, y no queremos volver a sufrir de esa manera", concluye.

"No queremos que la cultura vuelva a sufrir quedándose atrás; es un motor y una industria indispensable"

Gerente de la Coral de Cámara de Pamplona