a vuelta a la actividad expositiva de la Galería Ormolú es un canto a la frescura y la vitalidad de la existencia. Consciente de que en el mundo hay tensiones y dolor, Ángel Presencio opta por transmitir una visión positiva y alegre de la vida a través de una pintura que es un deleite para la vista y el alma. Mira qué flores es el título del conjunto de acuarelas y óleos que comparte con el público hasta el 6 de junio.

Un paseo por instantes vividos y contemplados con emoción que el pintor traslada al papel o al lienzo en obras que en parte nos hablan y en parte nos sugieren, invitándonos a completar o imaginar el misterio, la posibilidad latentes. La exposición, programada desde hace dos años y cuya inauguración tuvo que posponerse al decretarse el estado de alarma por la pandemia del coronavirus, es, ya desde su propio título, una intención de conectar con “todo tipo de público, no solo con el público especializado en arte” o en concreto en pintura, que es el que suele acudir a las galerías. “Quería un título accesible y que transmitiese la idea de que no solo las flores son objeto de belleza. Todo pueden ser flores. Una niña, un instante que por lo que sea te conmueve... Todo es bello si se sabe mirarlo. En cualquier sitio podemos encontrar belleza; a veces la tenemos delante de nuestros ojos y no la vemos”, reflexiona Ángel Presencio, quien reconoce haber pintado estos cuadros con la intención de dar valor a “esos momentos en los que de repente caemos en la cuenta de esa belleza”.

El pintor acoge “con ilusión” la vuelta a la actividad expositiva. “Tenía ganas, y percibo esas ganas en la gente que viene a visitar la muestra”, afirma, aunque sí reconoce que “hay personas mayores que todavía no se atreven a venir”. En general, el público celebra poder salir a hacer algo que no sea paseo o deporte, y, sobre todo, disfrutar de la cultura en vivo y en directo, sin pantalla de por medio. Como Joaquín Liberal, pamplonés de 61 años que ayer acudió a la visita guiada por Presencio a su exposición. “Ángel me dio clases de pintura china y tenía muchas ganas de ver su última obra. Para mí ha sido una vuelta a la realidad. El arte hay que verlo, sentirlo, olerlo...”, valoraba. Prado Mateo, de 60 años, tampoco quiso perderse la oportunidad de “conocer en vivo y en directo” esta pintura. “Ahora hay que cambiar el chip, y aunque se hace difícil adaptarse, vuelvo a las salas de exposiciones con muchas ganas”, comentaba.

Una niña juguetona, el café del desayuno...

Un día, Ángel Presencio encontró restos de poda en la basura, con capullos de rosas aún por abrirse, y allí intuyó belleza. La que vio también cuando una niña querida se lanzó al sofá de su casa y, con mirada juguetona, colocó dos cojines en equilibrio sobre su cabeza. Esa niña un día estaba pintando un rosal, y Ángel miraba la escena conmovido. Y una mañana, mientras terminaba el café del desayuno, en ese instante de reposo en que el día está aún por construirse, el pintor miró la tonalidad de su ropa, respiró el momento y vislumbró la esencia del Cuadro optimista que hoy luce en la pared de Ormolú con un formato excepcional, exótico para Occidente, aunque habitual en la pintura oriental.

De vivencias e imágenes como éstas surgen las obras que pueden disfrutarse en la exposición Mira qué flores. Las acuarelas, la mayoría creadas en este confinamiento, son la conclusión de dos años de estudio, y reflejan un cambio en cuanto al color. “Antes mis acuarelas eran más coloristas, y ahora estoy buscando algo más sobrio. No es que vea equivocado el tema del color, pero me parece un poco gratuito en trabajos anteriores, y estoy tendiendo a unos tonos más sobrios. Aunque sigue habiendo contrastes de colores, pero de una manera más sutil”, explica Ángel Presencio. Sin embargo, en sus cuadros al óleo se está yendo hacia tonos más potentes, más fuertes e intensos. “No había caído en ello hasta ver montada la exposición. Son cambios que no sé explicar a qué responden, no me suelo analizar en exceso en estos temas. Sí que es cierto que llevo un tiempo mirando la pintura oriental, que es básicamente negra, y la sobriedad en las acuarelas podría tener relación con eso. Pero pienso que el artista no tiene que darle demasiadas vueltas a esas cosas. Esa es tarea de otras personas”, opina el artista pamplonés, que en confinamiento ha estado “muy activo, enfrascado” en crear y en ultimar esta exposición. “No me ha sobrado tiempo”, asegura.

Su pintura es un ejercicio de poso y equilibrio que tiende cada vez más a la frescura y a la ligereza, sobre todo en el empleo del color. Es un retrato de expresiones y vivencias en momentos y espacios concretos que en algunos casos se vuelven aún más presentes por la incorporación de texto en algunas de las obras.

“Un juego de cuánta información te doy cuánta solo te sugiero y te la tienes que imaginar tú, según tus vivencias”, dice Presencio hablando claro y sencillo al espectador.

De la pintura oriental, en concreto de China, que es la que ha estudiado y cuya influencia se nota en las acuarelas, destaca como un valor positivo “el aprovechamiento que se hace en ella de los vacíos. Aquí siempre ha habido una especie de horror al vacío, siempre se ha tendido a rellenarlo todo, y la filosofía oriental, o la manera de entender el mundo en esa cultura, entiende que el vacío es algo positivo: del vacío surge todo y todo vuelve al vacío”.

“En cualquier sitio podemos encontrar belleza; a veces la tenemos delante y no la vemos”

Pintor

Título. Mira qué flores.Autor. Ángel Presencio Nagore (Pamplona, 1969).

Obra. Acuarelas sobre papel y óleos sobre lienzo que componen una visión fresca y vitalista del mundo y de la belleza que alberga.

Nuevo horario. La exposición se puede visitar hasta el 6 de junio, por las mañanas de lunes a viernes de 9 a 14 horas, y por las tardes de lunes a jueves de 18 a 20 horas. El sábado 6 de junio también estará abierta de 10 a 13.30 horas.

Visitas guiadas. Los miércoles 27 de mayo y 3 de junio, a las 18.30 horas, habrá visitas guiadas por el autor para grupos de 5 personas con cita previa y uso obligatorio de mascarillla.