l patio del Centro Integrado María Ana Sanz, en la Txantrea, acogió ayer la III Feria de Literatura Infantil y Juvenil, como adelanto al festival Brif Braf Bruf que estas navidades convertirá a este barrio en el epicentro fantástico de Pamplona.

Durante la feria, muchos curiosos y amantes de la lectura se acercaron a ojear los últimos títulos de literatura infantil y juvenil. El evento contó con la participación de varias librerías y editoriales de Navarra, que ofrecieron la oportunidad de adquirir libros como regalos de cara a estas fechas navideñas. De entre los puestos de venta de las librerías acudieron Chundarata, Elkar y Karrikiri, así como de las editoriales Pamiela, Lamiñarra y Txalaparta. También contaron con los puestos de los organizadores de la feria; la revista Txantrean Auzolan y los promotores del festival Brif Braf Bruf.

El conjunto de puestos ofrecieron una cuidada selección de libros de literatura e ilustración para público infantil y juvenil, tanto en castellano como en euskera.

"Las ferias de literatura infantil me parecen muy bonitas y me hace mucha ilusión poder estar hoy aquí. Creo que sacar los libros a la calle y que las familias vengan con los niños a curiosear y conocer nuevos autores es algo muy positivo. Cada vez los jóvenes leen más, y ellos, al final, van a ser los lectores del futuro. No deberíamos perder costumbres como la lectura en papel físico, ya que no hay mayor placer que comprarse un nuevo libro y disfrutar metiéndote en la historia con sus ilustraciones", comentó Pablo, de librerías Elkar.

Además, se disfrutó de diversas entrevistas a autores como, por ejemplo, la de Mikel Mikeo sobre Paradojas, escenas absurdas y deliciosa ironía, 204 relatos de 204 palabras cada uno en los que impera el humor, Bakarne Atxukarro en torno a Gizalabak, una publicación multimedia con tres componentes principales: mujeres, euskera y solidaridad, que trata sobre la vida de mujeres desconocidas a las que da voz esta periodista, la de la ilustradora navarra Miren Asiain, ganadora del Premio Euskadi de Literatura 2020 con su aportación al libro Un millón de ostras en lo alto de la montaña; una artista que ha expuesto en China, Japón, Italia, España, Argentina, México y Nueva York y diseñado pósteres para festivales, proyectos de música y teatro y para Amnistía Internacional.

La lectura está viviendo un momento positivo ya que, tras la cuarentena, muchas y muchos comenzaron a leer y aficionarse, y los que ya lo eran, han mantenido esa costumbre. "El mundo del libro se ha mantenido durante este año, e incluso diría que ha aumentado ya que mucha gente decidió llenar sus ratos libres con la lectura. Ahora mismo, las ventas se han incrementado de cara a las navidades porque muchos padres regalan libros a sus hijos, o son ellos mismos los que directamente los piden. Quedarse en casa leyendo un libro es una opción muy buena en estos momentos que no se puede hacer mucho, y más si eres un niño y necesitas pasar esos ratos de aburrimientos", comentó David, de Editorial Pamiela.

Un buen libro te permite viajar a paraísos lejanos, vivir apasionantes aventuras, conocer personajes, otras culturas y formas de ver el mundo. Porque a través de la lectura también se puede reflexionar sobre situaciones comunes, sobre valores y la forma en que estos nos permiten enfrentarnos a ellas. Uno de los grandes valores de las obras literarias infantiles actuales es el presentar al pequeño lector conceptos o temas de gran importancia que ayudan a formar su pensamiento crítico y su capacidad reflexiva: la muerte, el tiempo, la amistad, la autoestima, el valor de las cosas sencillas€ de manera amena y cercana, permitiendo una primera aproximación a estas nociones básicas. "Los padres están siendo cada vez más conscientes de la importancia de la lectura para que sus hijos se formen. Se suelen buscar libros que tengan trasfondo, ya no vale una típica historia bonita sin un significado. Cuando se compran libros infantiles se nota que se fijan en si tienen unos valores que enseñar como decisión para comprarlo", comenta Mikel, de la Editorial Txalaparta.

Los libros son un pilar fundamental en el desarrollo de los más pequeños, embarcarse en la lectura no solo les proporciona una amplitud cultural y literaria, sino placer y disfrute. "Me gusta mucho leer, y mis libros favoritos son de El Barco de Vapor o Gerónimo Stilton. Leo porque me divierto y me meto en una historia diferente en cada libro", afirma Asier de 8 años, asistente de la Feria de Literatura.

Por otra parte, a Laura de 5 años (asistente de la Feria) le encantan los libros por las ilustraciones, ya que disfruta observando los dibujos y personajes que aparecen. "Leer me gusta, pero ver los dibujos me divierte más y me hace imaginarme cómo son los personajes y los castillos o lugares".

La feria ha contado con una cuidada selección de libros de literatura e ilustración infantil y juvenil, y con entrevistas a autores