El programa Landarte ha iniciado en el mes de septiembre su segunda fase durante la que los artistas participantes desarrollan sus proyectos, tras una fase inicial, en julio y agosto, en la que han establecido vínculos con las localidades donde trabajan.

El artista Taxio Ardanaz trabaja en el municipio de Ezprogui-Ayesa; el Estudio-taller de Arquitectura Conjunta (formado por Inés Castillo, Felipe Fuentes, Iker Ordoño y Arantxa Satrústegui) en Murieta; la dramaturga Ana Maestrojuán en Murillo el Fruto; la cineasta Arantza Santesteban en Valle de Araitz; el equipo de Pr0t0c0lectiv0 en Valle de Arce; y la artista Katixa Goldarazena en Zubieta.

Hasta el próximo mes de octubre se desarrolla este programa impulsado por el Servicio de Acción Cultural de la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana que celebra su quinta edición bajo el lema 'Cultura contemporánea y ruralidad' en seis localidades del medio rural de Navarra donde varios artistas y creadoras generarán diversos procesos de creación cultural contemporánea en colaboración con sus habitantes.

En concreto, Ana Maestrojuan propone 'Cápsulas de información', un proyecto de comunicación en diversas fases que nace de las voces de Murillo el Fruto. Como explica su creadora, "contará, mediante grabaciones de encuentros con habitantes del pueblo de distintas edades y procedencias, qué es y qué fue el pueblo para ellos". "Múltiples voces, diferentes puntos de vista, serán grabados y representados de diversas maneras, tratando de involucrar de forma directa e indirecta a aquellas personas que no son habitualmente visibles", destaca.

Por su parte, Pr0t0c0lectiv0 desarrolla 'Descamino' basándose en la gran extensión que ocupa el Valle de Arce, la dispersión de sus poblaciones y la diversidad social y política que presenta. Según sus artífices, "consistirá en repartir un gran número de cámaras fotográficas de un solo uso entre los vecinos colaboradores de las distintas localidades para que registren -con el alcance que solo puede dar la mirada de quien habita un lugar, trabaja sus tierras o arregla sus casas- su visión particular del valle y su relación con el mismo, centrándose en su entorno cotidiano más inmediato".

Posteriormente, "se trabajarán las diferentes imágenes buscando líneas que conecten territorios y atraviesen el valle, que se convertirán en formalizaciones artísticas de diferente naturaleza". La propuesta supone la creación de un archivo descentralizado, creado de forma colaborativa, desde el aquí y el ahora.

Katixa Goldaracena trabaja en un proyecto que "reflexiona, basándose en la tradición de Zubieta, sobre la presencia del cuerpo en la vida". Se invitará a una cuadrilla de jóvenes a pensar al respecto en varias sesiones para experimentar-jugar partiendo del archivo de registros audiovisuales, fotográficos y escritos existentes que nos muestran momentos del pasado del pueblo.

La propuesta de Taxio Ardanaz en Ayesa, titulada 'Cabalga cabalga', es "una propuesta cinematográfica con referencias teatrales basado fundamentalmente en el diálogo de sus habitantes, en la que toda la acción sucede en un plano fijo y el paisaje humano se transforma siguiendo la trama.

Será una creación colectiva en todas sus fases: determinar un elenco de participantes, preparar un guión, identificar a los personajes, buscar las localizaciones, una banda sonora... El proyecto cuenta también con la participación de la artista Marión Cruza.

Por otro lado, Arantza Santesteban propone con 'Liluraren contra. Romper el aura' "un proyecto de investigación curatorial que pretende indagar en la relación del paisaje de Araiz con algunas prácticas artísticas que se han desarrollado en el valle durante las últimas décadas". Para ello, como explica Santesteban, "se filmará el paisaje bajo el prisma del aura que supuestamente desprende". "Esta producción de imágenes serán el punto de partida de una pieza audiovisual, junto con una reflexión que acompañe a estas imágenes filmadas", resalta.

Por último, el colectivo Conjunta apunta que con 'De Chopera a Chopera', mediante una dinámica participativa y efímera, "se pretende involucrar a los habitantes de Murieta en una reflexión conceptual y de reconocimiento del lugar que desemboque en impulsar un proceso mental de revalorización del antiguo paraje de Espeldoya, verlo desde otras perspectivas más abiertas que sirvan de palanca para aflorar los potenciales frutos de un lugar que lleva tiempo en barbecho".

EMPODERAMIENTO DE LAS COMUNIDADES RURALES

La edición actual de Landarte mantiene la perspectiva adoptada en 2020, cuando se repensó el programa con la intención de impulsar la participación de la población local en todo el desarrollo del proyecto y subrayar también la importancia de la evolución del proceso (reflexión, encuentro, diálogo) frente a los resultados finales.

Con el desarrollo de este programa se persigue "el empoderamiento de las comunidades rurales a través de la cultura contemporánea". Además, se pretende "contribuir a la profesionalización del sector cultural y que éste adapte su mirada al medio rural".

Y también se busca "el impulso de una acción cultural que ensanche la autonomía y la capacidad de decisión de las comunidades y establezca un diálogo real con su territorio, con su patrimonio cultural inmaterial, con la transmisión de sus formas de vida o con su imaginario colectivo".