l largo y sinuoso camino es el título de una canción de The Beatles cuya primera maqueta se grabó en 1968, el año del primer atentado de ETA. La Diputación de Gipuzkoa lo ha elegido como metáfora para una exposición con la que rinde homenaje a quienes desde el mundo de la cultura manifestaron su rechazo al terrorismo.

El centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebastián acogerá hasta el 26 de febrero esta exposición, que el diputado foral de Cultura, Harkaitz Millán, presentó ayer acompañado por el artista Javier Balda y el escritor Aritz Gorrotxategi, que la han comisariado junto al poeta Felipe Juaristi.

“No es la exposición definitiva ni algo cerrado. Es un ejercicio creativo en sí mismo, original, provisional y en construcción”, dijo Millán sobre la muestra, que hace un viaje al pasado lejano y al más reciente para rememorar, o conocer, el impacto que tuvo la violencia de ETA en la cultura y el papel que ésta desempeñó en la denuncia social del terrorismo.

La muestra se divide en ocho “muros” que ofrecen distintas perspectivas de aquellos años. El primero, Kalera irten/Salir a la calle, está dedicado a los movimientos cívicos que nacieron para “despertar la conciencia ciudadana” ante la violencia etarra, grupos como Gesto por la Paz, Denon Artean, Elkarri, Lokarri, Basta Ya, Foro Ermua y la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

Carteles y fotografías sobre concentraciones y protestas, como la primera manifestación de Gesto por la Paz, que tuvo lugar en Bilbao en enero de 1988, y la aparición del lazo azul tras el secuestro del empresario Julio Iglesias Zamora, son parte de este espacio. Se exhiben también el cartel que Eduardo Chillida diseñó para la manifestación Paz ahora y para siempre y el que realizó Oteiza tras el asesinato de la histórica dirigente de ETA Dolores González Katarain, Yoyes.

Hitzez hitz/Palabra por palabra es el “muro” que recopila textos de escritores que denunciaron o cuestionaron la violencia, como Bernardo Atxaga, Ramón Saizarbitoria, Jokin Muñoz y Raúl Guerra Garrido, y que homenajea a la vez a quienes la sufrieron directamente, como el propio Guerra Garrido, Gabriel Celaya y los responsables de la librería Lagun. El ámbito musical lo cubre Soinua eta isiltasuna/Sonido y silencio, que recuerda por los conciertos por la paz celebrados en Euskadi y Madrid, como el que organizó el cantautor Imanol en San Sebastián en noviembre de 1989 bajo el lema “Contra el miedo”.

En el resto de paredes se muestran manifiestos publicados contra ETA, crónicas de los diferentes intentos de diálogo que llevaron a cabo los distintos gobiernos, mensajes positivos donde se habla de los encuentros de víctimas y victimarios, o el papel que el cine y la televisión jugaron en la deslegitimación de la violencia.

Millán recurrió ayer a una cita del escritor Anjel Lertxundi sobre ETA y la descomposición moral de la sociedad vasca. “Ese dique de contención ante la descomposición moral de la sociedad vasca es lo que queremos reivindicar aquí”, subrayó.