Los Sanfermines nunca vistos

San Fermín escoltado por militares en la procesión del 7 de julio, mozos de juerga con su burro en el casco viejo en plenas fiestas, tráfico en la Plaza del Castillo, batallas entre carneros en la plaza de toros o carreras de motocicletas en la Taconera, son algunas de las escenas de la historia de las fiestas de Pamplona que fueron registradas en su día con tomavistas en películas caseras y que se recuperan ahora en un proyecto audiovisual creado por tres productoras navarras para EITB.

Arena Comunicación, Clau Creative y Labrit Multimedia han colaborado para hacer realidad los documentales Los Sanfermines nunca vistos y Sanferminak inoiz ikusi ez bezala; dos versiones diferentes, en castellano y en euskera, de un proyecto que sorprenderá y hará aflorar muchos recuerdos, y cuyo preestreno abierto al público será este viernes 28 por la tarde (19.30 horas, entrada 1 euro) en la Filmoteca de Navarra.

Tras esta primera proyección, los largometrajes se estrenarán en horario de prime time, el lunes 1 de julio en ETB2 (versión en castellano) y el miércoles 3 de julio en ETB1 (versión en euskera), y posteriormente se incorporarán a la plataforma online Pr1meran de Euskal Telebista.

Sanfermines en super 8

En los años 40 y 50 del siglo pasado se filmaron imágenes de los Sanfermines que poca gente ha visto. Más tarde, durante la década de los 60, la invención del tomavistas permitió a algunas familias de Pamplona registrar recuerdos que nunca se hicieron públicos, más allá de pequeñas proyecciones familiares. Luego llegó el vídeo, los móviles, internet…y ese archivo fílmico quedó guardado en un cajón.

EITB, de la mano de Arena Comunicación, Clau Creative y Labrit Multimedia, recupera ahora parte de ese material, películas caseras que reflejan una mirada íntima, cercana y auténtica a las fiestas, rodadas por personas anónimas de Navarra con tomavistas en formato super 8 milímetros desde la década de los 30 hasta la de los 90, y nos ofrece la oportunidad de descubrir cómo se han transformado las fiestas y qué tradiciones permanecen exactamente igual.

“Teníamos ganas de sacarle partido al San Fermín en super 8. Conocíamos el material de archivo que guardan la Filmoteca de Navarra y la Filmoteca Vasca, con imágenes que nunca se han visto en la tele, y decidimos hacer algo con ello”, cuenta Pablo Iraburu, director y coguionista del documental. Un filme que, dice, “va a sorprender, y va a despertar recuerdos en mucha gente”.

Reacciones y recuerdos comentados

Lo especial de estos largometrajes es que, además, incluyen recuerdos comentados de familiares de los autores de esas imágenes inéditas, de gente que sale en esas escenas grabadas en décadas pasadas y de amantes de los Sanfermines, a quienes las productoras navarras reunieron en varias sesiones de proyecciones y cuyas reacciones filmaron para incorporarlas a los documentales. Así, se ve a personas mayores rememorando sus vivencias, parejas de mediana edad explicando a sus hijas e hijos lo que ven en pantalla, jóvenes y no tan jóvenes reaccionando ante las sorpresivas imágenes antiguas y comentando cómo viven ahora sus fiestas… Entre estas personas se encuentran, por ejemplo, el actual director de comunicación de la comparsa de gigantes y cabezudos, conocidos vendedores de la plaza de toros, ex-taberneros, miembros de las peñas o de La Pamplonesa.

“Ha sido muy bonito, como reunir a una familia a ver las fotos de una boda y que afloren los recuerdos... Y se ve qué ha cambiado y qué se ha mantenido. Hay cosas flipantes, mucha gente no sabe que en San Fermín hubo una carrera de motos que tenía lugar por el centro de la ciudad, o luchas de carneros en la plaza de toros, o el bombero torero, o el circo que traía al ligre..., o que en el chupinazo se cantabaInduráin Induráinporque coincidía con el Tour de Francia... Son cosas que forman parte de nuestros recuerdos y que a la vez para la gente más joven son novedosas”, dice el director y coguionista de Los Sanfermines nunca vistos / Sanferminak inoiz ikusi ez bezala.

Lo que ha cambiado y lo que se mantiene

Las cámaras super 8 tenían cartuchos muy pequeños, la película duraba poco, y había que elegir muy bien qué se filmaba. Ambos documentales muestran elementos llamativos nunca vistos por el público joven, junto a tradiciones que han perdurado en el tiempo y de las que se siguen disfrutando cada mes de julio: el chupinazo, la procesión, los gigantes y cabezudos, las barracas o las kalejiras de las peñas con sus pancartas y txarangas.

Un homenaje familiar y desenfadado desde el cine a la esencia de la fiesta, filmada por sus protagonistas.