pamplona. Helvetia Anaitasuna está perfectamente preparado para imponerse a la mayoría de equipos de la Asobal y así lo entiende su técnico, Aitor Etxaburu, quien alaba el trabajo de sus efectivos en lo que llevamos de Liga, si bien aún existe margen de mejora y errores que corregir. El técnico guipuzcoano aspira a que su equipo consiga, al menos, el buen resultado de la pasada campaña y siga disfrutando de una competición que, según asegura, se ha visto afectada en los últimos años más que por la coyuntura económica, por la mala gestión de algunos.

Tras cinco jornadas disputadas en la Liga, ¿qué balance hace hasta ahora?

Por lo que he visto, creo que estamos capacitados para competir con cualquier equipo y para ganarlo. Quitando uno o dos conjuntos, somos competitivos con los otros 14. Tenemos esa capacidad para poder ganar, pero también hay que reconocer que cualquiera de ellos nos puede vencer a nosotros. Los resultados están siendo muy igualados, no solo en nuestros enfrentamientos, sino también en los demás. Miras la tabla clasificatoria y hay cinco, seis, siete u ocho equipos empatados, y ese es el balance que hacemos. En cuanto a nuestros resultados directos, aún es muy pronto para hacer un balance, llevamos solo cinco jornadas disputadas y lo que sí podemos decir es que en los tres partidos que hemos perdido, sobre todo en los dos últimos, hemos tenido posibilidades de ganar. Habrá que agarrarse a eso y procurar no repetir los errores que nos han llevado a no sacar algo más positivo.

Helvetia está muy fuerte en casa, donde ha ganado sus dos partidos, pero fuera le está costando más conseguir la victoria. ¿Por qué?

Principalmente porque los equipos contrarios juegan muy bien, porque ponen muchas dificultades y porque tienen un apoyo tremendo de la afición. Creo que hemos jugado ya en tres de las canchas más complicadas que hay en la Liga Asobal en cuanto al número de aficionados: la del Cangas, la de Valladolid y la de Sagunto. Son pistas, junto con la de Aranda, en las que el público está muy encima, muy volcado y donde el factor campo sí se hace realmente importante y decisorio. Por eso es muy complicado jugar en estas canchas. De todas formas, no se pueden sacar unas conclusiones genéricas para los tres enfrentamientos que hemos disputado a domicilio, de la misma manera que no se pueden sacar conclusiones genéricas para los dos que hemos jugado en casa. En nuestro pabellón sí nos estamos encontrando fuertes, aunque no de una manera excesiva. No comparto el argumento de que en casa estamos tremendamente bien y fuera nos cuesta. Estamos empezando.

De todas formas, vistos los partidos hasta la fecha, ¿en qué debe mejorar el equipo?

En muchas cosas. De cada partido sacamos conclusiones distintas. Hay algo que sí se ha repetido en dos o tres partidos en los que no hemos conseguido puntuar, sobre todo en el de Valladolid y en el de Sagunto, y es el sacar el máximo rendimiento a las superioridades numéricas. En estos enfrentamientos de tanta igualdad, el estar en superioridad numérica, hacer dos o tres ataques y quedar en 0-0, 1-0 o uno iguales, al final te pasa factura. Por lo tanto, un aspecto que debemos mejorar es la gestión de las superioridades numéricas y otro importante es el tema de las transiciones. Para la calidad defensiva que estamos mostrando debemos intentar sacar más rendimiento a los contraataques.

Anaitasuna cuenta también con otra baza importante, que es el tema de las rotaciones, cuando otros clubes quizá están más justos de efectivos.

De momento, los equipos contra los que hemos jugado también disponen de esas rotaciones. Otra cuestión es que el entrenador contrario las utilice o no. Valladolid las usó, Cangas hizo lo propio, Aragón las tiene o no, no lo sé, pero no las utilizó, aunque yo creo que sí tenía dos jugadores por puestos. Y, en cuanto a Sagunto, quizás ha sido de los únicos equipos que no tenía tantas como nosotros. El tema de las rotaciones está bien si consigues que las que salen no pierdan la concentración, la intensidad y no les cueste mucho meterse en el partido. Si un equipo contrario, con nueve jugadores, llega físicamente bien y no comete errores, también te puede ganar el choque. Las rotaciones ayudan, pero hay veces que no te dan la victoria. Aún así yo las tengo y estoy satisfecho de tenerlas, mientras que el problema está en que otros equipos las tienen y las niegan. Aquí parece que Helvetia Anaitasuna es el único equipo que tiene dos jugadores por puesto, cuando otros también las tienen.

Esta temporada se incorporaron a la plantilla el portero Javier Santanta, el pivote Álex Garza y el lateral derecho Iker Antonio. ¿Cómo los ha visto hasta ahora? ¿Qué valoración hace de su juego?

La valoración de las tres incorporaciones es positiva. En cuanto a la portería, los dos jugadores, Santana y Álex Capón, están teniendo unas características similares, unas estadísticas que son las que les podíamos pedir, en torno al 30% más o menos de efectividad. Los dos están cumpliendo y, en ese sentido, muy bien. Desde un principio, Santana ha demostrado que es un portero con veteranía, con saber estar, no solo en el campo, sino también animando a sus compañeros. En cuanto a Álex Garza, tampoco hemos tenido muchos problemas. Sabíamos que tenía unas condiciones físicas que nos iban a venir muy bien para integrarlo en nuestro sistema defensivo y ha cogido la idea que quiere transmitir el cuerpo técnico. Tiene la suerte además de que hay jugadores como Cristian Martínez, Javier Borragán o Ibai Meoki que dominan muy bien las fases de defensa y lo integran mucho, y el primer objetivo que buscábamos en él, que era consolidar su función en la base de la defensa, lo hemos conseguido. Ahora tendrá que venir el segundo, que es ir jugando más en ataque. Y, finalmente, Iker Antonio, por su puesto específico que es la primera línea, siempre va a tener más protagonismo en todos los procedimientos tácticos, más dificultad de conocimiento de sus jugadores colindantes, que hacen que la dificultad sea mayor. Pero creo que está cumpliendo, estamos transmitiéndole tranquilidad, que la cosa tiene que ir de menos a más y poco a poco.

Uno de los mejores 'refuerzos' además que ha tenido Helvetia esta temporada es el de Bernatonis, tras su grave lesión.

Sí, es importante. Lo primero, hay que alegrarse por la persona, un jugador querido por sus compañeros, una persona admirada y al que se reconoce su función cuando ha estado bien, incluso cuando hizo el esfuerzo de jugar medio lesionado para ayudar al equipo a salvar la categoría de la Asobal el primer año. Es un jugador muy querido y que se recupere de una lesión larga es bueno para él. También me alegro mucho por la directiva, que tuvo una decisión muy difícil, pero vio que había que darle una oportunidad, que se iba a recuperar, sin prisas, y que era complicado. Así que me alegro mucho también de que tomase la decisión de renovarle finalmente. Ahora el equipo está aprovechando su capacidad de lanzamiento, porque todas las ayudas son buenas.

¿El objetivo del Anaita sigue siendo la permanencia en la Asobal o hay metas más ambiciosas?

Hay una meta que es más ambiciosa. Después de la temporada realizada el pasado año, no podemos conformarnos con querer la permanencia. Nosotros queremos igualar el resultado de la pasada temporada -quedó séptimo en la tabla-, tenemos esa ilusión. Intentamos mentalizarnos para conseguirlo, pero sobre todo mentalizarnos de que va a ser difícil. Los éxitos pasados no te van a garantizar éxitos futuros, eso es como la Bolsa, y disponer de una plantilla parecida tampoco te garantiza nada. Además, el hecho de que haya crisis en el balonmano, que todo el mundo diga que la situación del Anaita es estable y que los demás equipos han bajado tampoco te va a garantizar nada. ¿Por qué? Porque están tapados y lo digo sinceramente. Equipos como León, como Cuenca, como Valladolid lo niegan, pero al final consiguen hacer plantilla y tener dos jugadores por puesto. Aún así, siempre están llorando y diciendo que el favorito es el Barcelona, La Rioja o Granollers. Y yo no estoy de acuerdo con eso.

La crisis, precisamente, se ha llevado por delante a históricos como el San Antonio o el Atlético de Madrid. ¿La actual coyuntura se está cebando con el balonmano? ¿Por qué se está llegando a esta situación?

En mi opinión, primero por la mala gestión.

¿La mala gestión de quién?

Cada uno con lo que le toque. Al directivo, por su mala gestión directiva. Al técnico, por su mala gestión técnica. A la Federación, por su mala gestión. Y a la Asobal, también por su mala gestión.

Cada uno tiene su parte de responsabilidad entonces...

Por supuesto que sí. No quiero puntualizar ni meter el dedo en la llaga, pero lo que no se puede hacer es excusar todos los problemas de un equipo, de un club, en la crisis económica y en la falta de recursos económicos. Esto ayuda, incide, pero eso se puede prever. El toro te puede pillar un año, dos o tres, pero hasta la desaparición pasan muchas cosas. Por lo tanto, hay que hacer una autocrítica de por qué se ha gestionado tan mal, cada uno en su parcela. Por qué no se saca rendimiento a los títulos nacionales, a los títulos de clubes... Quizás es tan sencillo como que el deporte del balonmano no tiene la repercusión que tienen otros y creíamos que la tenía, por ejemplo. Quizás nuestra labor, además, tendría que ir encaminada a la promoción y captación a nivel nacional, para tener realmente grandes jugadores en cuanto a número. Pero decir que la crisis económica ha afectado a los clubes de balonmano, cuando hay gente que no tiene qué comer, pues no lo voy decir. Porque la crisis sí ha afectado a esas personas: a quien su padre no trabaja, su madre tampoco, y al final están viviendo con la pensión de la abuela. ¿Al balonmano? Más o menos, pero meterte en números rojos cuando sabías lo qué venía... No me vale.

Y la situación que se ha dado por esa mala gestión que dice, ¿se puede corregir?

Por supuesto. No va a ser fácil, pero hay que tener en cuenta una cosa. Aquí hay mucha competencia de actividades lúdicas, de ocio, deportivas... y lo que hay que conseguir es enganchar a la gente al balonmano, con buenas cosas, no con malas. Pero es un trabajo de años. Voy a poner un ejemplo positivo, el Granollers. Ha sido un grandísimo equipo, un histórico, y ha tenido unos problemas económicos muy grandes, le ha pillado la crisis, y ha estado en un ERE, con problemas de pago... Sin embargo, ahí está, en la parte alta de la tabla, aunque es pronto para saber si acabará allí. Pero, de momento, ahí le tenemos, no ha descuidado otras cosas y por eso está recogiendo esos frutos.

Sin embargo, ¿no cree que a la Liga Asobal le ha pasado algo similar a la de fútbol, en la que solo hay uno o quizás dos equipos que pueden aspirar a ganarla ahora?

¿Y eso en fútbol, por ejemplo, es un impedimento para que todos los días durante dos semanas haya partidos en la televisión? Pues no, porque se siguen viendo. No es un ningún impedimento. ¿Que nuestra Liga la domina el Barça? Pues tampoco es un impedimento, porque hay otros objetivos para lograr, y también jugarán un montón de chavales, gente de la casa y hay más igualdad... Ahora vas a León y sabes que puedes ganar, cuando hace años era impensable. Sabes que puede venir el Cangas, y te puede vencer. Yo no creo que sea peor. Esta Liga es preciosa porque hay mucha igualdad, porque hay mucha competitividad y porque se va a ver a mucha gente joven. No se trata de ver solo grandísimas hazañas. El público se conecta con pasión y eso no puede faltar nunca. Y la pasión no se compra ni se vende, sino que se siente y se cultiva, y el deportista tiene que tenerla.

¿Pero no cree que desde algunas instituciones se tiene demasiada condescendencia con algunos deportes, donde las deudas son millonarias, y menos con otros, donde no son tan ingentes?

Lógicamente ahí no voy a entrar. Cada uno es dueño de sus actos y de sus cosas. Las decisiones políticas las cambian los políticos, y los políticos se ponen a través de su mecanismo. No nos podemos quejar, tenemos lo que ponemos. Es lo que hay. Igual alguien que está en una empresa y lo está pasando canutas, o un autónomo, no entiende nada de lo que estamos hablando. Así que yo prefiero no entrar a quejarme de otras modalidades deportivas.

Ya es la cuarta temporada que lleva entrenando a Anaitasuna.

El balance es muy positivo. En lo personal, estoy muy satisfecho, muy contento, siempre me he encontrado muy a gusto trabajando con mis compañeros, mis cuerpos técnicos, con la directiva, en la sociedad... Y, deportivamente, consiguiendo los objetivos que nos hemos marcado. Pero también digo una cosa: en este mundo, y sobre todo en el nuestro, lo conseguido hasta ahora no vale para nada. A mí lo que me preocupa ahora es trabajar, que se consigan los puntos, lograr que los chavales sigan viniendo y que la afición se lo pase bien. Para mí eso es casi tan importante como quedar 6º o 7º en la tabla. Sobre todo, que no falte la pasión.