Río revuelto para el remo
Problemas en Lodosa | no pueden entrenar por la abundancia de algas y una presa del arga amenaza la actividad del náutico navarra
Pamplona - Los aficionados a las historias náuticas, sin duda conocerán las leyendas que corren acerca del Mar de los Sargazos, una zona cercana al Triángulo de las Bermudas. A este espacio sin apenas corrientes y tapizado con una casi infinita alfombra de algas flotantes, se le atribuía el enigmático poder de retener entre sus brazos a cualquier embarcación.
Puede ser que estas tradiciones nos resulten extrañas y con visos de escasa credibilidad, pero seguramente le concederíamos el beneficio de la duda tras conocer lo que le está ocurriendo al Club de Remo Lodosa, que no puede llevar a cabo su actividad desde finales de abril, como nos comenta su presidente Carlos Pérez, debido al escaso caudal y a las algas que colonizan el río a su paso por la citada localidad de la Ribera del Alto Ebro.
Así es, la merma en el nivel del agua, más la elevada temperatura de la misma han dispuesto el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de estas plantas acuáticas que atascan los remos y se enredan en el timón cuando se pasa por encima de ellas.
Pero esto no es nuevo para el club lodosano pues, como nos relata Pérez, “El tema del nivel de agua lo llevamos padeciendo cada año más. Al ser una zona entre dos presas y ser agua semiestancada, cuando llueve con fuerza el agua arrastra tierra en suspensión que se va posando en el fondo. Antiguamente los agricultores sacaba esa tierra y, además, había actuaciones de dragado por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Pero desde hace más de 30 años no se actúa y no se sacan los lodos del fondo, con lo que cada vez hay menos lámina de agua, que se calienta con estas altas temperaturas que estamos sufriendo y emergen las algas”.
Este panorama ha influido de manera directa en la actividad de los remeros del Club Náutico Lodosa que, ante la imposibilidad de remar en línea recta más de 500 metros no han podido planificar los entrenamientos en el agua y se vieron obligados a anular la temporada de yolas.
Curiosamente el otro club navarro de remo, el Náutico Navarra, tampoco escapa a las dificultades. Si bien, el caudal del agua no es problema para los de la capital debido a la labor de la Presa de Santa Engracia, toda esta situación podría cambiar debido al mal estado de la misma, muy deteriorada por la acción de la última crecida del Arga. “Una próxima avenida -afirma Joxemiel Urra, tesorero del club- podría hacer ceder la presa, quedándonos sin agua para poder desarrollar nuestra actividad”.