Zelaia III (Mallabia, Bizkaia, 1994) la afición por el deporte rural le viene de familia. Su aita, Jose Antonio Gisasola,Zelai I, ya está retirado; pero fue el harrijasotzaile a batir en Euskadi durante casi dos décadas. Sin embargo, a pesar de haberlo mamado desde la cuna, la mallabiarra no cayó en sus garras hasta bien entrada la adolescencia. Fue al llegar a la mayoría de edad cuando cumplió el anhelo de su progenitor y comenzó a probar las 18 modalidades de los herri kirolak. Y se enganchó. “Vengo de una familia de herri kirolak, mi aita fue levantador, mi tío fue aizkolari aficionado... Querían que de pequeña levantara piedra, pero yo entonces no veía a mujeres en la plaza. Mi hermano y mis primos sí que empezaron porque, claro, ellos sí veían a otros hombres, referentes e ídolos. Es decir, sé que siempre ha habido mujeres levantadoras muy buenas, pero no han tenido su sitio en la sociedad. Mi aita estuvo 20 años y nunca compartió una plaza con una mujer. Da qué pensar”, explica Zelai III.

Por eso, cuando Sherpa.ai Aizkolari Txapelketa Nagusia abrió su campeonato a las mujeres, la mallabiarra no se lo pensó dos veces. Se apuntó y, sorpresa para ella, lo ganó. Porque a pesar de que el domingo pasado, cuando terminó su trabajo en 11:48 -muy por delante de Uxue Ansorregi (13:02) y Maika Ariztegi (15:25)- pudiera parecerlo, Zelai III no es aizkolari, sino pentatleta. “Vengo del mundo del levantamiento de piedra, entonces solo llevo un año cortando con hacha. Empecé justo el año pasado y por eso no me veía como ganadora porque Uxu y Maika tienen más experiencia. Ya habían participado en el Campeonato de Euskadi de aizkora, entonces ya sabían lo que era un trabajo más o menos largo”, reconoce la vizcaina. Con todo, la mallabiarra quiso dejar claro que, “aunque estoy bien, eso no quiere decir que el trabajo no fuera duro”. Y es que el crono que marcó le impactó hasta a ella misma porque “durante el campeonato no tenía muchas referencias y no sabía qué tiempo iba haciendo, así que para mí 11’48” está súper bien”.

Fue la primera vez que las mujeres participaban en el Sherpa.ai Aizkolari Txapelketa Nagusia y para Zelai III, la experiencia fue “todo un espectáculo”: “Nunca habíamos cortado en Miribilla ante tanta gente, ni en un campeonato que fuera retransmitido para tantos países. No sé cómo explicar cómo me sentí porque, aunque hemos ido a Estados Unidos o a Alemania, a nosotras siempre nos ve la misma gente, la de aquí. Así que me cuesta creer que hemos llegado a tantas personas, pero es un modo estupendo de que la gente vea lo que hacemos”. Con todo, el torneo del pasado domingo no fue el único que por fin incorporó la categoría femenina. Y es que esta temporada, como Zelai III explica, “se han hecho varios campeonatos de chicas de Herri Kirolak”.

Así pues, el pasado septiembre se llevó a cabo el primer Pentatlón femenino, en octubre se realizó el Campeonato de Euskadi de harrijasotze y hace tres días que se puso a pruebas a las féminas con el hacha. “Era algo necesario ya y estamos muy agradecidas pero también está siendo un año muy caótico porque quieres participar en todo pero no sabes cómo compaginar los entrenamientos porque son muchas modalidades”, asegura la mallabiarra. A pesar de ello, Zelai III sabe que no puede quejarse muy alto porque en su cabeza acabaron las txapelas del pentatlón disputado en Azpeitia, el Campeonato de Euskadi de levantamiento de piedra celebrado en Mungia y el Sherpa.ai Aizkolari Txapelketa Nagusia que tuvo lugar en Miribilla. “Ha sido un año caótico pero muy bueno. Es un año que no me esperaba y que no me hubiera imaginado jamás. Estoy muy sorprendida porque no me lo puedo creer”, concluye.

Está siendo una temporada increíble para Karmele Gisasola, pero todavía no ha terminado. De hecho, como la propia mallabiarra admite, “visto lo visto no me arrepiento de haber comenzado hace un año con el hacha porque estos resultados me dan ganas de seguir”. Así pues, la siguiente parada de Zelai III será el Campeonato de Bizkaia de aizkolaritza, que por primera vez tendrá también categoría femenina. Y, después, viajará a Donostia para disfrutar, junto a nueve compañeras, de una jornada histórica: “En Santo Tomás vamos a hacer la Urrezko Kopa y vamos a participar diez chicas. Es algo que nunca se ha visto en la plaza, tantas mujeres juntas”.

“Lo de Miribilla fue un espectáculo porque nosotras nunca habíamos cortado ante tanta gente, pero ya era necesario”

“Mi aita estuvo 20 años

en la plaza y nunca compartió una plaza

con una mujer. Da qué pensar”

Herri kirolari