Una normativa de la FIFA está impidiendo a dos jugadores del equipo de Segunda Juvenil del Lezkairu de 16 y 17 años, que son menores extranjeros no acompañados tutelados por el Gobierno de Navarra, competir con normalidad. El reglamento que obstaculiza la tramitación de sus licencias niega la posibilidad de jugar a fútbol aquellos jóvenes foráneos que no tengan progenitores.

Todo comenzó en agosto del año pasado, en la pretemporada. La Asociación Sin Fronteras se puso en contacto con el Lezkairu porque dos de los menores extranjeros que tienen bajo tutela -con toda la documentación en regla- querían jugar al fútbol. El club aceptó sin ningún impedimento. Como con cualquier otro jugador, les hicieron la ficha, pero el sistema Fénix impedía la tramitación de la licencia, una competencia delegada del Gobierno de Navarra a las federaciones deportivas.

“Metimos todos los datos: empadronamiento, domicilio, documento identificativo como cualquier otro chaval y denagaba la licencia. Falta lo de los progenitores y, como no tienen, es imposible que lo puedan avalar”, explica Ekaitz Irujo, uno de los coordinadores del Lezkairu.

En el club pamplonés no se quedaron de brazos cruzados. Interpusieron un recurso ante el Instituto Navarro del Deporte (IND) a finales de octubre exponiendo el caso. El IND dictó la resolución, a la que ha tenido acceso este periódico, el 22 noviembre en la que ordena “a la Federación Navarra de Fútbol (FNF) la expedición de las licencias de los menores extranjeros para que puedan competir con el C.D. Lezkairu en Segunda Juvenil”.

En el texto se reconoce el “interés superior de los menores”, rechazando toda discriminación y garantizando su igualdad frente al resto de menores”. El fútbol les sirve como herramienta de integración en la sociedad, pero se les está negando.

El problema se encuentra en el artículo 19 del reglamento sobre el estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA que “busca proteger a los menores de las conductas abusivas de algunos clubes”. Equipos como Barcelona, Real Madrid, Chelsea o Atlético han sido sancionados por incumplirlo. La normativa no distingue entre clubes y afecta a todos por igual.

Pero este caso es completamente distinto. “Se trata de preservar el derecho a la práctica deportiva de unos menores tutelados por la Comunidad Foral de Navarra”, argumenta el IND.

El Lezkairu consideraba el apoyo del IND como definitivo para que los dos menores pudieran jugar. Sin embargo, no ha sido así. Se ha producido un choque de competencias entre Gobierno de Navarra y la FIFA.

Al ser juveniles, la competencia es de la FNF, que responde de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y a su vez se rige por la FIFA. Hasta edad cadete, las competiciones dependen del Gobierno de Navarra con los Juegos Deportivos y el único requisito que exigen es estar escolarizados. En cambio, en juveniles, los menores extranjeros no acompañados de 16 y 17 años tutelados por el Gobierno de Navarra no pueden competir.

A día de hoy, casi tres meses después de la resolución del IND y con todo en regla, ladocumentación está pendiente del Departamento Jurídico de la RFEF.

Teresa Íñigo, vicesecretaria general de la FNF, señala que están “pendientes y encima del tema porque queremos que jueguen esta temporada. Estamos yendo de la mano del IND”. Manifiesta que es una situación que cada vez ocurre con más frecuencia en las federaciones territoriales. “Hacen un deporte que les gusta y participan de la sociedad como cualquier otro”, comenta. Íñigo confía en que haya una respuesta “en breve”.

Desde la Asociación Sin Fronteras cuentan que los jóvenes están “desanimados. Tienen la ilusión total por el fútbol. Nos van contando anécdotas como marcar un gol”.

“Al no tener la familia aquí siempre van a tener un sentimiento de desarraigo. Para eso está el fútbol, por ejemplo, para que creen una red y conozcan más gente”, reconoce uno de los educadores del centro. No comprenden la cantidad de papeles que deben rellenar unos menores extranjeros no acompañados: “Parece que se están comprando un piso cuando lo que intentan es jugar a fútbol”.

El entrenador del Segunda Juvenil del Lezkairu cuenta que “el equipo les ha aceptado muy bien porque son buenos chavales. No faltan a entrenar. Ha nevado, ha llovido, ha hecho frío y han estado como todos”. Están acoplados a la perfección.

“La situación de los chavales es durísima: eres un inmigrante, menor y les damos el recurso del fútbol y se lo echan atrás”, apunta Ekaitz Irujo. El coordinador admite que están en “un juego de competencias en el que parece que da igual el interés superior del menor. Para nosotros ya es un mal trago importante tener que decirles: Tú este fin de semana no vuelves a jugar”.

“Podríamos haberles dicho que no juegan y olvidarnos, pero desde el club queremos llegar hasta el final. Estamos convencidos de que hay muchos casos así”, sentencia Irujo. De conseguir una solución, se podría desbloquear el mismo problema para muchos otros menores.

“Estamos

en un juego de competencias en el que parece que da igual el interés superior de los menores”

Coordinador del Lezkairu