La Mutilvera cae por la mínima en Zubieta

Buen partido y mal resultado para una UD Mutilvera que en su visita a Zubieta para medirse a la Real Sociedad C cayó derrotado por la mínima con un solitario tanto del goleador local Gorosabel poco antes de cumplirse la hora de juego. El equipo de Álvaro Garrido dejó una gran imagen en Donostia pues aunque hasta el gol la posesión de pelota fue local prácticamente en su totalidad, los vascos apenas generaron peligro real y las dos más claras fueron navarras, mientras que tras encajar el gol los de Mutilva se fueron arriba con todo y además de tener mucha más pelota que su rival bien pudieron conseguir la igualada.

El choque comenzó con el filial monopolizando la posesión de la pelota ante un conjunto visitante que no traspasaba la línea divisoria del terreno de juego a la hora de ejercer su presión sobre la pelota, de tal manera que los donostiarras tocaron y tocaron durante muchos minutos sin apenas oposición pero también sin nada de verticalidad, porque en cuantro el joven equipo vasco intentaba jugar en campo rival se encontraba con el tupido y coordinado entramado defensivo montado por el Álvaro Garrido, que impidió en todo momento la progresión de la Real Sociedad C.

Durante el primer cuarto de hora no sucedió nada en las áreas y lo más importante serían los intentos a pelota parada locales con sus especialista botando córners y faltas, el diestro Lete y el zurdo Hugo Martín, pero los de Mutilva se defendieron con seguridad y el único susto llegó en una falta lateral que el nueve local Gorosabel llevó a la red de cabeza, pero estaba en fuera de juego y fue anulado. Así en el 19´ se vio la primera clara y sería para el Mutilvera, en una contra bien montada por los visitantes donde Pedroarena cedió a un Arano que ya dentro del área se entretuvo en exceso y su disparo final lo repelió la zaga a la esquina. Esa acción, que se repetiría de nuevo con bastante peligro y por dos veces rondando el ecuador de la primera, sería la seña de identidad de los del valle de Aranguren hasta el paso por los vestuarios, aunque en el 34´ Tellechea con un disparo lejano rozó la escuadra. Mientras que los pupilos del entrenador local Mikel Llorente lo intentarían a base de toque pero salvo a la media hora con una buena llegada por banda con centro al áreea y remate que se marchó cerca de la portería, poca cosa más generó.

En el reinicio la Real volvió a la carga dando mucho trabajo a una línea defensiva de cinco hombres que apenas si se movió de la frontal del área, hasta que en el 11´ en pleno acoso Darío Ramírez conseguía sacar un buen centro a la cocina desde el costado derecho y Gorosabel de nuevo se imponía a todos por arriba para cabecear a la red, pero esta vez en posición legal.

No tardó Álvaro Garrido en mover su banquillo con un doble cambio para refrescar el ataque y las fuerzas de un equipo que había corrido mucho sin pelota, como demuestra la entrada del joven Ayensa. Ahora Mario Pascal tenía mucha más balón y podía organizar mejor el juego del equipo, que pasó a jugar en campo donostiarra más tiempo que nunca antes. Y de esta manera tres minutos más tarde bien pudo llegar el empate con un centro muy tocado desde la izquierda que se paseó por el área chica sin rematador.

El arreón navarro no se detendría hasta la conclusión y el acoso iría en aumento. Los visitantes pudieron empatar en el 43´ con un disparo desde la frontal que se fue muy arriba y en el 47´ en una colada de Pedroarena donde el colegiado no sancionó un más que posible penalti por derribo, pero no lo lograron y acabaron cediendo la derrota.