El Helvetia Anaitasuna se desquitó ayer de las dos últimas derrotas en la Liga y salvó dos puntos en casa que le refuerzan en la clasificación, que le hacen dormir más tranquilo y que le permiten afrontar con más calma y confianza la vorágine de partidos que le esperan en el mes de diciembre. El equipo navarro venció ayer con contundencia. Dio un golpe de autoridad. Y lo hizo ante un rival nada fácil como el Bada Huesca, que visitaba Pamplona con siete victorias en sus espaldas y que vio cortada su espléndida racha.?

Las victorias siempre son agradecidas, por supuesto, pero cuando sirven de punto de inflexión y son ante equipos sólidos, siempre son mejores. Anaitasuna fraguó su triunfo bajo las premisas que viene poniendo en práctica esta temporada y que se vieron sobre todo en una gran primera parte. Los navarros salieron mentalizados, concentrados, armados de actitud ante un rival cuya confianza estaba por las nubes. Atacaron con orden, con cabeza, sabiendo dónde hacer daño a un Bada Huesca cuya defensa es su seña de identidad. Chocarro se entendía con Del Arco, Torriko no fallaba desde los siete metros, Gastón no erraba ni a la contra ni cuando volaba desde el extremo y Aitor García, que salió mediado el primer tiempo, se las ingeniaba para colarse -nadie sabe cómo a veces- entre los defensores oscenses para marcar desde el pivote. Esta faceta, la ofensiva, estuvo muy bien acompañada por Bols en la portería y por una 6/0 fuerte que posibilitó a Anaitasuna mandar con amplias ventajas en el marcador e irse con un 17-11 al descanso.

Pero el Huesca no se iba a dar por vencido. Tras pasar por vestuarios, intensificó su defensa, su meta Espinha tuvo intervenciones providenciales ?y eso empezó a poner ligeramente más nervioso al Helvetia, que no acaba de atinar en ataque. Además, veía cómo uno de sus baluartes defensivos, Héctor González, era descalificado con tres exclusiones. El conjunto de Nolasco iba reduciendo la brecha y, por momentos, sobrevoló el fantasma de los dos últimos partidos, donde las segundas partes condenaron al equipo. A falta de diez minutos, el resultado era un inquietante 22-19.

Lejos de venirse abajo, Anaita se repuso. Cuando batallar por el centro defensivo de Huesca era imposible aparecía Gastón desde el extremo. Bols detenía penaltis. Y Chocarro e Izquierdo se sumaban a la fiesta. El impulso fue perfecto y el equipo se alzó con un triunfo muy necesario.

QUIQUE DOMÍNGUEZ

“Dos puntos ganados a pulso”

Entrenador. Quique Domínguez, entrenador del Helvetia, reconocía estar “feliz” tras la victoria ante el Bada Huesca. Dos puntos “que necesitábamos, que hemos buscado y que nos hemos ganado a pulso”. El técnico gallego calificó la primera parte de “brillante”, con un equipo que salió “como siempre, con ritmo y confianza”, y que atacó y defendió “a un nivel muy alto”. En la segunda parte, reconoció que apareció “algún fantasma”, como ha ocurrido en las dos últimas derrotas en Cuenca y Sagunto, “pero el equipo las disipó con fe y sabiendo sufrir”. Este triunfo, dijo, da moral y refuerza a Anaitasuna de cara al “calendario exigente” que tiene por delante. - B.E.I.

HELVETIA ANAITASUNA (17+12) Bols, Gastón (5), Bazán (3), Meoki, Héctor González, Chocarro (4) y Del Arco (3) -siete inicial-. También jugaron Cancio, Edu Fernández (1), Ganuza (1), Aitor García (4), Torriko (6, 3p), Etxeberria, Fischer, Dashko y Ander Izquierdo (2).

BADA HUESCA (11+11) Arguillas, Montoya (2), Gerard (3, 1p), Tioumentsev (2), Adriá Pérez (3), Sergio Pérez (6, 5p) y Asier Nieto (1) -siete inicial-. También jugaron Espinha, Marcelo Fuentes, Rodrigo (3), Gucek, Miguel Malo (1), Joao Pinto (1) y Paul.