Pamplona - Nairo Quintana ganó ayer la etapa reina del Tour al imponerse en una numerosa escapada que se formo en torno al kilómetro 40 de carrera. Alaphilippe se volvió a defender en los largos puertos alpinos y Bernal, que fue el único que marcó la diferencia entre los aspirantes, arañó medio minuto con el grupo del resto de favoritos.

Se luchó mucho la presencia en la escapada de la etapa de ayer. Casi una hora de carrera costó que se compusiera el corte definitivo. 34 hombres abrieron camino respecto a un pelotón que rodó por momentos con demasiada calma. El conjunto del líder se hizo cargo de que la distancia entre los dos grupos se mantuviese en márgenes razonables.

Aunque alguno soñó con un hipotético liderato de Nairo Quintana, el Movistar mantuvo la jerarquía que declaró públicamente tras las etapas pirenaicas y, en el Izoard, Marc Soler tensó el pelotón, redujo el número de integrantes del mismo y disminuyó la ventaja con los escapados, que en esos momentos gozaban de una renta que rondaba los ocho minutos de diferencia. Parecía evidente que Landa iba a probar suerte en las rampas exigentes del puerto, echando la moneda al aire a 80 kilómetros de la línea de meta y con el Galibier de por medio. Los tres corredores que Movistar había filtrado en la escapada creaba un escenario de ensueño para le conjunto navarro.

Sin embargo, el alavés no se atrevió con la apuesta que había planteado su equipo y resultó poco entendible el movimiento del conjunto azul, que gastó efectivos y redujo una renta con la que Quintana podría haber accedido, al final de la jornada, a un puesto de podio de la clasificación general.

Así las cosas, el Movistar renunció a comandar el grupo de favoritos en el descenso y posterior llano del Izoard y fue Ineos quien controló el tiempo de pérdida con la escapada.

Con el grupo cabeza de carrera ya muy reducido y sin que Quintana incomodase de cara a la general, se afrontó la última subida del día.

En puerto, el corredor colombiano de Movistar se mostró superior a Bardet, Lutsenko o Adam Yates y atacó a falta de 27 kilómetros para la meta. Quintana fue de largo el mejor en la escalada y aumentó progresivamente las referencias con sus perseguidores. Ganó en la meta de Valloire y se reivindicó con otra victoria en el Tour tras decepcionar un año más en Pirineos. El corredor cafetero se coloca así a 3:54 del liderato, por delante, de nuevo, de su compañero y teórico líder Mikel Landa. Un replanteamiento de carrera del conjunto Movistar será necesario antes de las dos últimas etapas de montaña.

Por detrás, Ineos dominó la aproximación al col y su ascensión. Bernal fue el único que tuvo un cartucho más entre los aspirantes al amarillo y se marchó de sus rivales en los últimos kilómetros de la escalada. Alaphilippe se agarró a la cola del grupo de favoritos en una tortura agónica y, aunque cedió unos pocos segundos en la cima, su maestría en el descenso le permitió volver a formar parte del grupo de hombres fuertes.

32 segundos de beneficio obtuvo en línea de meta Egan Bernal, que en las alturas y a falta de dos jornadas muy de su estilo, parece estar en condiciones de pelear, a sus 22 años, por el triunfo en la carrera francesa.