pamplona - Hay fútbol profesional, fútbol amateur, fútbol modesto y después está el Torneo Higa de Monreal. Una competición que nació con la ilusión de enfrentar en un campo de fútbol a equipos de pequeñas localidades navarras y que, 48 años después, está a punto de cumplir las bodas de oro.

A principios de los años 70, varios amigos de distintas localidades dieron forma a un torneo que acumula el mérito de estar a punto de cumplir los 50 años. El Apolo guarda el trofeo de campeón de la primera edición. Data de 1971. El único en su vitrina. El Elomendi se ha llevado el último trofeo, ya que ganó la Liga de esta temporada. “Hay unos equipos que tienen bastante solera en la competición, como son el Elomendi (Monreal), el Apolo (Zulueta), el Roca (Unzué), el Unciti o el Zaldúa (Arakil)”, comenta Pello García, que lleva 35 años en la organización. Actualmente la gestión es cuestión de tres personas: “Enrique García es el que se encarga del tema arbitral y Alberto Rivera y yo llevamos el resto de la organización”.

Este año han competido trece equipos. Además de los cinco clásicos han competido Barásoain, Bidezarra, Ardoi, Enériz, Agueri (Úcar), Basati (Puente la Reina), Modernillo (Obanos) e Izalsa (Valle de Iza). “Llevamos varios años en los que competimos entre 13 ó 15 equipos. Hubo un tiempo en el que llegamos a 21 equipos, coincidiendo con la desaparición del Torneo de Valdizarbe, que funcionaba con equipos de su zona y que al dejar de organizarse los absorbimos en el Torneo de la Higa de Monreal. Hay años distintos. Si se apuntan ocho, salimos con ocho equipos, pero todos los años hemos competido”.

Estos equipos no entrenan entre semana sino que se reúnen para jugar el fin de semana. “Es fútbol 11, que ahora mismo hay torneos de fútbol 7, pero este ha sido siempre de fútbol 11. Eso sí, a veces es difícil mantener plantillas con 25 jugadores, una cifra necesaria, ya que a lo largo de la temporada hay compromisos que cumplir y es mejor tener un plantel amplio. Al principio eran prácticamente todos los jugadores de los pueblos de origen, pero ahora ya se van completando con amigos de otras localidades”.

Para participar, sólo se necesita reunir a 25 amigos y presentar un terreno de juego. “Algunos pueblos conservan el campo de siempre (hay quien se ha llegado a lavar en el río por falta de vestuarios) y otros equipos que se han apuntado más recientemente alquilan uno, que suele estar ya en mejores condiciones”.

El tema del arbitraje lo comparten algunas veces con el Trofeo Boscos “y otras veces son exjugadores que han pasado por el torneo”. Al final de la temporada, se premia a los tres primeros clasificados y se otorga la misma cantidad económica a los tres primeros equipos en la tabla de la deportividad, un aspecto en el que Pello García insiste todas las temporadas.

La temporada 48ª acaba de terminar con la final de Copa, en la que el Barásoain (segundo en Liga) se proclamó campeón al vencer en la final al equipo de Enériz el pasado fin de semana. Ahora sólo queda empezar a pensar en la próxima campaña, la 49, a sólo un paso de las bodas de oro del torneo. - M.J.A.