este es el año de Mikel Satrústegui. Este joven guardameta de 21 años es al día de hoy el Zamora de Tercera División. En los quince partidos que ha disputado (14 y 60 minutos para ser exactos) ha encajado sólo nueve tantos, lo que le permite presumir de tener una media inferior al gol por partido (0,61).

Este portero de Huarte, que se define como un One club man, no esperaba estar entre los mejores a estas alturas. "Llevo dos años y medio en Tercera y no pensaba que iba a jugar tantos minutos ni que iba a tener tan buenos números. La verdad es que es cosa de todo el equipo, porque estamos fuertes en defensa y la temporada está siendo buena", comenta el protagonista.

Ha realizado intervenciones de mérito que han salvado al equipo de algún gol, "aunque también los centrales del equipo (Adur, Julen Echeve, Alfonso y Jon) y los laterales están muy bien. Ellos tiene mucho mérito de estos números. Estamos encajando poco y, por el contrario, hemos marcado gol en casi todos los partidos".

Mikel Satrústegui se ha reivindicado después de una temporada complicada, en la que media campaña estuvo lesionado de menisco y la otra media estuvo jugando con el equipo de Preferente. "A raíz de la lesión pasé unas semanas duras y vi que tenía que trabajar más la fuerza en las piernas. Eso me ha dado más agilidad. Además, con dos años en Tercera estoy más seguro en las salidas. Y también he notado que perdí peso. Cuando las cosas van bien, no es por casualidad, sino que hay bastante trabajo detrás. Después tuve suerte porque uno de los porteros se marchó a Escocia y tuve oportunidad de unirme a la plantilla de Tercera y estoy contento de cómo me he adaptado".

El equipo es octavo, con 34 puntos: "Estamos más cerca de los que de arriba que de los de abajo, pero sabemos cuál es nuestro objetivo y viendo dónde están Tudelano y Izarra, tenemos que intentar estar lo más lejos posible de los puestos de abajo. La campaña pasada hicimos una segunda vuelta mejor que la primera y esta temporada ha sido una continuación. También es cierto que el cambio de césped en Huarte y los fichajes que han venido nos han permitido hacer mejor fútbol. Jugamos más por abajo y movemos el balón de lado a lado". El jugador disfruta más con ese juego. Pero, ¿y el portero? "Al entrenador le gusta jugar desde atrás y, si podemos, nos atrevemos a hacerlo, pero si nos presionan arriba sacamos en largo. Yo a veces no tengo la confianza 100%, pero confío en mis compañeros y lo hago. Cada vez se le pide más a los porteros que jueguen más con los pies".

Esta temporada le han lanzado dos penaltis. "El de Azagra lo lanzaron alto y en la Txantrea, que me lo metieron. Y hubo un día que expulsaron a Íñigo y como habíamos hecho los cambios se puso Adur. Así que bromeamos en el vestuario que ya tenemos tercer portero".

Entrena junto a Íñigo Agramonte. "Nos llevamos muy bien y entrenamos juntos. Él también fue Zamora. Ahora me ha tocado a mí ser la guinda del pastel, pero esto es el fruto de un trabajo conjunto con Íñigo, con el entrenador de porteros y todos los guardametas de Regional y Juvenil". También disfruta enseñando a los chicos de la Fundación. "No es una posición fácil, y lo importante es que los chavales disfruten. Dicen que para ser portero hay que estar un poco loco, porque te llevas muchos golpes, pero hay que ser fuerte de cabeza. El entrenador de porteros nos ayuda mucho para estar mentalizados".

Fecha y lugar de nacimiento. 4-6-1998, Huarte.

Estudios/Trabajo. Estudia Magisterio y trabaja en el comedor del colegio San Pedro de Mutilva. Entrena a porteros en la Fundación Osasuna.

Trayectoria. Desde los 6 años juega en el Huarte. Debutó en Tercera siendo juvenil. Lleva dos años y medio en la categoría. Está feliz. "Es el equipo de mi pueblo y me gustaría seguir. El Huarte está haciendo las cosas bien al dar oportunidad a los chavales de casa".