- Con más de medio millón de contagios y superada ya la cifra de 20.000 fallecimientos, Estados Unidos es el país donde la pandemia del Covid-19 ha tocado techo. Sin embargo, no en todos los estados la incidencia es la misma y la navarra Judith Sainz, futbolista de la Central Methodist University y estudiante de Business concentrado en Marketing y Comunicaciones vive la situación con responsabilidad en Missouri.

En EEUU el Covid-19 llegó más tarde que en Europa. ¿Cómo está viviendo la pandemia desde allí?

-Estoy en Missouri, terminando mis estudios. Estados Unidos es un país gigante y tiene sus ventajas y desventajas con el tema del Covid-19. Entre una ciudad grande y otra hay bastantes horas. Nueva York o Los Ángeles están teniendo muchos casos de contagios. Yo estoy en una ciudad pequeña y en mi estado leí en internet que había unos 400 casos. Desde el 17 de marzo las clases de la Universidad son online. La última semana de marzo era nuestro Spring Break y la mayoría de los estudiantes viaja a otros estados. Yo tenía un viaje a Los Ángeles y San Diego con unos amigos, pero tuve que cancelarlo. Se dieron por finalizadas las clases en el campus y todos los estudiantes americanos tuvieron que sacar sus cosas de la universidad para irse a casa. A los internacionales nos dejaron quedarnos. Todo sucedió muy rápido y fue un poco chocante, nadie se lo esperaba. En menos de una semana nos tuvimos que despedir de mucha gente. Ahora mismo la pandemia la estoy llevando bien. Estamos en confinamiento, pero no es tan serio como en España. A veces los discursos de Trump son un poco contradictorios, pero cada estado tiene un gobernador y todos han decretado estado de alarma y han avisado que nos quedemos en casa en abril. Y poco a poco irán viendo cómo evoluciona.

¿Qué medidas toman?

-Los comercios están cerrados, algunos restaurantes solo están abiertos con comida para llevar (McDonalds), y los supermercados han reducido el horario y han puesto una hora para que las personas de más de 60 años sean las únicas que compren. También utilizan una puerta para entrar y otra para salir y controlan el aforo. Además, cuando vas a pagar tienes que mantener una distancia de 6 feet con la persona de delante.

¿Cómo afectó a la competición y a los entrenamientos?

-Cuando la universidad decidió pasar las clases online, todos los entrenamientos y competiciones fueron canceladas. La liga, NAIA decidió que la mejor decisión era cancelar todas las competiciones. Gracias a Dios la temporada se juega de agosto a noviembre y sólo teníamos entrenamientos. Sin embargo, la temporada de béisbol o softball y los nacionales de baloncesto se cancelaron.

¿Cómo es ahora su día a día?

-La mayor diferencia es que todos los estudiantes se han ido y ya no estás las 24 horas con las mismas personas en la universidad. Además de no tener que madrugar para ir a clase, entrenar o trabajar, es decir la vida universitaria. Aquí, todos los estudiantes viven en la universidad o alrededor. Siempre estamos haciendo cosas juntos. Sin embargo, ahora mismo mi día a día es despertar, ver si algún profesor ha enviado algún email, hacer tarea y estudiar, y siempre intento entrenar ya sea en casa o en una zona que tenemos donde puedo jugar un poco con el balón o correr. También estos días estoy viendo Netflix, hablo con amigos y familia, juego a la play y pienso sobre la vida, cosas que antes no tenía mucho tiempo.

¿En algún momento se le pasó por la cabeza volver a España?

-Sí. No es fácil estar separado de tu familia durante una pandemia, nunca sabes qué va a pasar. Pero también sé que al viajar me estaría exponiendo a coger el virus. Aquí estoy segura. Hablo todos los días con mi familia y ellos están bien. Eso es lo importante. Además, ahora mismo salir del país es una locura ya que la mayoría de los vuelos están cancelados. Este es mi último semestre en Estados Unidos, ya que me tendría que graduar en mayo aunque la graduación se va a posponer.

¿Cómo ha vivido desde la distancia la situación en España?

-En mi universidad hay bastantes estudiantes internacionales, sobre todo españoles e italianos, con los que creas lazos especiales. Cuando el Covid-19 llegó a Italia todos empezamos a preocuparnos. Cuando se puso serio en Italia y llegó a España, leíamos las noticias, pero no podíamos hacer nada. Sabíamos que llegaría también a EEUU y nos preocupaba, pero nos sentíamos seguros. Todos los días hablaba con mi familia y cuando me dijeron que tenían que estar en casa sin salir no me lo creía.

¿Qué noticias le llegan de su familia y de sus amigos de aquí?

- Al principio estaban más preocupados porque todo era nuevo y no sabían qué iba a pasar. Mi madre me decía que había ido a comprar y un montón de cosas (como el papel higiénico) estaban agotabas. No me lo creía. Después todo se ha ido normalizando. Aunque todos quieren que la pandemia acabe cuanto antes y puedan volver a la vida normal, han aceptado la situación. Y los días de calor mis amigas solo querían poder salir un rato e ir a tomar un café. La mayoría se quedan hablando conmigo hasta muy tarde. Estamos a 7 horas de diferencia y a veces son aquí las 18:00 o 19:00 y muchos de ellos siguen hablando. Algunos han perdido la noción del tiempo y las horas de sueño las llevan muy mal. Pero la mayoría de mis amigos están en la universidad y pasan la mayor parte del tiempo estudiando. Alguno dice que va más a clase que antes.

¿Se vive con más preocupación desde la distancia?

-Al principio se puede decir que estaba yo más preocupada por ellos. Sin embargo ahora los dos estamos igual de preocupados. La agencia que me trajo a EEUU, AGM, creó un grupo con todos los estudiantes que nos hemos quedado en Estados Unidos y nos mandan noticias sobre vuelos, el consulado de España... y han hecho un grupo de padres donde les mandan noticias de cada estado.

¿Qué nos va a hacer aprender esta pandemia?

-Cada persona es diferente y vive la vida de maneras distintas. Nos va a hacer apreciar más los momentos que vivimos con familia y amigos. También nos va a hacer aprender que es importante vivir sin prisa, y a disfrutar de cada momento. Estos días de confinamiento sirven para que muchas personas puedan reflexionar sobre la vida y tomar decisiones para el futuro.

En cuanto a lo deportivo, ¿cómo iba la temporada?

-La temporada nos fue genial a nivel deportivo e individual. Quedamos campeonas de conferencia y fuimos por tercera vez consecutiva a Nacionales. Estuvimos en el ranking de toda la liga (NAIA) número 5 y la universidad nunca había estado tan alto. Me eligieron mejor jugadora de la conferencia y fui All American, con 31 goles y 14 asistencias. Una temporada que nunca olvidaré.

¿Qué balance hace de los años que llevas en EEUU?

-Muy positivo no solo por lo futbolístico sino también por lo académico. El fútbol es algo que siempre he querido tener presente en mi vida pero sé que los estudios son aún más importantes. Jugar a fútbol y estudiar la carrera en un país tan diferente no tiene palabras. Al principio fue un poco difícil, pero estar cuatro años fuera de tu país, sin tu familia te aporta otras cosas en tu vida que te hacen crecer y madurar. Y conoces a mucha gente y haces muchas amistades. Para esas personas que tienen dudas de venir a estudiar y jugar con becas, me gustaría decirles que es una experiencia inolvidable y que se atrevan a dar el salto. Quien no arriesga no gana.

¿Sigue el fútbol femenino en Navarra?

-Sí, la mayoría de mis excompañeras siguen jugando allá y de vez en cuando hablamos. Tengo una hermana pequeña que juega en Mulier y todos los fines de semana miro como les ha ido. El fútbol femenino en Navarra ha ido creciendo estos últimos años y todavía puede crecer más si la gente apuesta por ello. Hay un montón de buenas y jóvenes jugadoras navarras con futuro.

Fecha y lugar de nacimiento. 25-8-1998, Pamplona

Estudios. Doble grado en Business concentrado en Marketing y Comunicaciones.

Trayectoria deportiva. Empezó a jugar en Berriozar, en el equipo mixto, entre 2004 y 2010. Con 12 años fichó por Osasuna femenino, donde jugó hasta la temporada 2014-2015. Tras una temporada en el Mulier se marchó con una beca a EEUU para estudiar en la Universidad y jugar en el Central Methodist University.